Ví esta mierda porque me la recomendaron incesantemente (y era gratis) y, tras sufrirla, mi odio y mi repulsión por la ignorancia humana, que actualmente campa a sus anchas por este valle de lágrimas, se amplió hasta cotas inimaginables.

Ante mis ojos habian desfilado medias verdades, datos falseados y/o cambiados, estupideces indocumentadas, y tergiversaciones de la historia y la tradición, bajo un apenas disimulado intento de generar proselitismo.

No sé a que secta pertenecerá el tal Peter Joseph, pero desearía que hubiese sido a la de Waco, y asi jamás hubiese podido hacer semejante panfleto repugnante, destinado a confundir y aborregar a gentes de poco alcance cultural, que si han esquivado hasta ahora incomprensiblemente a los Hare Khrisna, a los cienciologos, a los de Jehová, o al OPUS, pueden llegar a creer la tonelada de falacias que aqui se vierten, y acabar aplaudiendo tantos disparates, como aplaude una foca amaestrada al recibir una caballa de recompensa por hacer un número bochornoso.

Recomiendo, a quien haya encontrado interés en esta caca, e incluso crea que lo que ha visto tiene algun viso de realidad, que se pasen por la Wikipedia y lean el inmenso listado de barbaridades que conforman, sin verguenza ni decoro, los pilares en los que se sostiene el adocenante mensaje de semejante basura.

Pero si se tiene alguna idea, por muy vaga y general que sea, de teología, historia, o astronomía, mejor ahorrarse el mal trago de ver tanta estupidez junta, además presentada como un vademecum de verdades, a menos que se sea amante del cuero, los látigos, y los enemas bien calentitos.

Un majadero se ha encontrado un megáfono, y no ha dudado en vociferar sus imbecilidades a los cuatro vientos. Aunque, lo malo (lo peor), es que con la incultura general, y la poca inquietud existente en ampliar conocimientos, siempre habrá quien comulgue con papanatas como este, por no molestarse en cotejar si la información suministrada es siquiera un poquito veraz.