Con un reparto de campanillas, esta película precursora de tantas parodias sobre el cine de gangsters (por ejemplo, en agarralo como puedas hay escenas de esta peli fotocopiadas), no consigue entretener ni mucho menos divertir. El argumento es tremendamente lioso, y el guión aún acaba por complicar las cosas a base de mezclar las tramas de películas como Casablanca, el halcón maltés, y otras del estilo que no puedo recordar, ya que en algún momento el sopor me venció y me dormí.
Las interpretaciones correctas, la ambientación es de puro teatro mezclado con telefilm de la época, y lo único destacable es la banda sonora y algún gag de verdad divertido, perdido entre charlas incoherentes y eternas del todo insoportables.
Recomendable tan sólo para echar una cabezada, o para intentar localizar en qué otras cintas calcaron algunas escenas.