Ante todo agradecer a Stephanie la recomendación: una de las cosas buenas de esta página, es que mirando las críticas favoritas de otros usuarios se pueden llegar a descubrír autenticas joyas, como la que aquí nos ocupa, que de otra manera quizás jamás llegaríamos a conocer. No hay que cerrarse a leer tan solo las críticas de unos pocos, porque así nos estaremos perdiendo muchísimas buenas plumas y/o recomendaciones.

Yendo al meollo: De entrada, decír que esta serie posee la presentación más elegante y preciosista que jamás haya visto. El desfile de personajes versionando algunos de los cuadros más célebres de Gustav Klimt (p.e. El beso, La satisfacción, o Danae) demuestran un gusto exquisito, y a esto hay que sumarle la preciosísima canción "Lilium", cantada por Kumiko Noma y un coro gregoriano, con una letra en latín basada en pasajes de los Salmos y del libro de Santiago, e inspirada en los himnos "Ave mundi spes María" y "Kyrie fons bonitatis". Todo un lujo para la vista y el oido.

En su primer capítulo, la serie ya deja sentadas sus bases: los personajes son seres torturados por su pasado, siendo la protagonista una asesina despiadada y vengativa, que descuartiza a la gente en secuencias de absoluto gore; otro personaje es un chico al que un shock le arrebató la memoria de su infancia, cuando se produjo un monstruoso hecho que le marcó para siempre; una niña de 13 años que escapa de casa para librarse de las continuas violaciones y abusos a los que le somete su padrastro con la aquiescencia de su propia madre, o -para no alargarme demasiado- un científico de frialdad absoluta que confiesa abiertamente haber matado a su hijita, siendo esta aún un bebé de pocas horas.
La narración del colosal argumento es prodigiosa, fusionando con gran eficacia la ciencia-ficción con lo cotidiano y real, y pasando de momentos de absoluto lirismo, belleza y ternura, a escenas donde la violencia más descarnada y cruel sacude los sentidos, y provoca el dolor del espectador por lo tristemente verídico de algunos momentos, que habremos visto demasiadas veces en cualquier telediario.

Imprescindible para cualquier amante del anime, es también absolutamente recomendable para todo aquel que no tenga reparos en que una buena historia sea narrada mediante animación (e incluso la recomendaría aunque solo fuese por ver la maravillosa presentación). Eso si: la crueldad extrema y de un gore total de muchos pasajes, y el erotismo rayano en la pornografía que se despliegan, desaconsejan por completo que ningún niño deba verla. Avisados quedan.

Y si no la puntúo con la nota máxima, es tan solo por la calidad de la animación que, pese a no ser mala ni muchísimo menos, si que está por debajo de otras series cuyo guión y argumento no son ni de casualidad tan asombrosos.