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España España · Sevilla
Voto de Montero:
5
Bélico. Acción. Drama Relato de las terribles experiencias y la angustia de un joven soldado alemán en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial.
1 de noviembre de 2022
235 de 327 usuarios han encontrado esta crítica útil
Erich María Remarque, autor del libro, refleja en su novela parte de sus experiencias como combatiente en la IGM. Su obra se convirtió en un éxito internacional. Posteriormente, el movimiento pacifista y antibélico adoptó su obra como un indispensable referente cultural. Cuando le preguntaron al autor si su intención al escribir la obra era concienciar y participar del movimiento pacifista, respondió que no, que simplemente quería reflejar su experiencia en la guerra.

Ser capaz de diferenciar la propaganda pacifista de un simple relato bélico es la clave para entender la obra originaria. La diferencia es sutil pero fundamental. En el primero hay una clara intención moralizante, en el segundo simplemente se está contando un relato siendo fiel a la realidad.

El libro de "Sin novedad en el frente" es bastante corto, nada desagradable de leer y bastante neutral en su forma de narrar. La película, en cambio, es larga, desagradable de ver por su excesiva recreación en la violencia y con una clara intención moralizante a base de desagradar y maltratar la sensibilidad del espectador. Y es precisamente esta evidente carga moralista la que la hace mucho más simplona, superficial y efectivista de lo que realmente es el libro.
Cuando uno lee el libro, pasa a formar parte de un grupo de amigos que sólo quieren sobrevivir, que nada entienden de política y que no tienen contacto alguno con las clases dirigentes. El libro no busca mostrar la barberie al lector recreándose en la sangre y en muertes grotescas, simplemente te cuenta la historias de los personajes y inevitablemente te encariñas con ellos.

El instinto de supervivencia provoca que los personajes hagan cosas poco heróicas pero que el lector entiende como normales dadas las circunstancias. Y es en estos pequeños detalles, y no en la sangre y en las mutilaciones, en donde el lector va participando de la degradación de la guerra. Por ejemplo, no importa celebrar la muerte de un compañero porque eso significa que puedes quedarte con sus botas. Nada importa que los novatos mueran en su primera noche en el frente, pues son imbéciles. Tampoco si te comes un ganso a escondidas mientras a tu alrededor se están muriendo de hambre. Tampoco serle infiel a tu mujer con una francesa a cambio de un trozo de pan. Tampoco desobedecer a superiores si ello implica sobrevivir.

El libro no tiene esa intención efectivista que la película sí. Y precisamente en esa sutilidad, donde se hace más partícipe al lector. No en las explosiones, la sangre y lo gore, sino en la insensibilización al horror de los personajes, en su humor negro y su justificado egoísmo. La película es simple y fácil, 2h y 30' de "mira qué mala es la guerra". El libro es más complejo, participas de la deshumanización de los personajes que nada tiene que ver con la maldad humana y que es la simple consecuencia de los horrores de la guerra. Eso y simplemente eso es lo que transmite el libro, la deshumanización del individuo en la guerra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Montero
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