A pesar de su calidad más bien malilla, estamos ante un slasher de los ochenta muy pero que muy decente. Ya sabemos lo que ofrecen este tipo de películas, por lo que no se le pueden pedir peras al olmo, ya ni por aquel momento mediados-finales de los ochenta poco tenían que ofrecer de novedades, por lo que si de primeras no te gustan los filmes en los que un asesino masacra a un grupo de gente al estilo de "VIERNES 13" no la veáis. A lo que si os gusten y os molen encima los filmes ochenteros, ésta puede ser una gran opción para pasar el rato. Lo que más canta en el film es que los adolescentes estén interpretados por "carrozas" (vamos, no ancianos pero sí actores que pasan de largo de los 30), pasando por alto este detalle nos adentramos en un colegio abandonado en el que un psicópata busca venganza contra sus antiguos compañeros, que están celebrando una fiesta en el interior, porque éstos le hicieron una broma tan macabra que el chico acabó con la cara quemada. Detalles a destacar: la ambientación muy conseguida, típica de los ochenta (de verdad, sensacionales las ambientaciones de los filmes de los ochenta), asesinatos muy gráficos y sangrientos con muy buenos efectos de maquillaje (muy artesanales típicos de los ochenta) y la presencia de la sensacional Caroline Munro, muy guapa, sexy y demostrando una vez más ser una excelente scream-queen y encima tiene UN FINAL SORPRESA... a mí que me gustan mucho los slashers, me gustó mucho, me entretuvo lo suyo y me dejó con un buen sabor de boca (jóvenes, ochentas, sangre, asesinatos -el esquema de siempre-), fans de este tipo de películas, es súper recomendable, diversión pura y dura de los ochenta. FANTÁSTICA.