... como no hay cría de tigre", una de las frases contenidas en los diálogos de esta sencilla cinta de la serie B que cuenta con un buen argumento bien contado (aceptable guión) muy apoyado en los diálogos al carecer de algo de acción que debe caracterizar al western.

La acción se limita a un buen comienzo con una galopada tras un tren maderero y la disputa por el botín, y la larga escena final de una persecución en un aserradero.

Byron Haskin hizo algunas cosas memorables en largometraje pero no se prodigó en este género. Aun así, se nota su buen hacer al dirigir a un O'Brien en un buen papel de duro y a una De Carlo que hace algo mas que dejar retratar su belleza. Todos los secundarios son muy conocidos de la época y del género, destacando a Buchnan a pesar de su pequeño papel.

Carece de escenas de acción pues no se prodigan los exteriores en favor de múltiples decorados de saloon, hotel, rancho, oficinas, tienda, mina etc.

Cuenta con un bonito technicolor a pesar de su época (1951).

Como tantas y tantas B, entretenida.