Resulta que al final no hay fantasma. Es decir, los abuelos tienen a su hijo viviendo entre las paredes de la casa. No te explican ni cómo eso es posible ni nada por el estilo. Ellos se dedican a cuidar a un muñeco que en realidad no es más que eso, un muñeco. El niño loco, que ahora es adulto, se dedica a meterse en la casa cuando nadie mira, mover al muñeco, y poner voz de niño siniestro. Además ha adquirido una fuerza descomunal haciendo, ¿nada? No tiene ningún sentido, en realidad debería ser alguien enfermizo y débil. No es creíble. Me parecía más creíble lo del fantasma, por ridículo que parezca.