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Voto de Dexter Bernaldez:
4
Drama. Intriga Una novelista que ha dejado de escribir rastrea una historia real sucedida en los últimos días de la Guerra Civil: el escritor y falangista Rafael Sánchez Mazas fue fusilado junto a otros cincuenta prisioneros, pero logró huir y esconderse en un bosque. Al parecer, un soldado de los que peinaban la zona para capturarlo lo encontró, pero lo dejó escapar. La escritora recompone las piezas de este rompecabezas plagado de contradicciones y ... [+]
21 de octubre de 2010
3 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya demostró miniTrueba en "Obra Maestra" que como inventor de historias es un auténtico patán, y aquí, con material ajeno en mano, vuelve a cagarla estrepitosamente. Ignoro qué calidad literaria tendrá el libro en cuestión, más allá de contar hechos poco conocidos sobre la guerra civil con un matiz de neutralidad; por una vez, que sean fusiladores los republicanos y, fusilados, los falangistas. Supongo que a Trueba le pareció suficiente para que el público potencial no le metiera en el mismo saco que a su señora y demás amiguetes progres del NO A LA PERRA, pero por el camino olvidó algo fundamental: contar una historia mínimamente apasionante.

"Soldados de Salamina", lejos de resultar una obra clásica y narrativamente diáfana, se convierte en un auténtico pastiche (que no en ejercicio de estilo; eso está muy por encima del hermanísimo) en el que todo vale, desde la puesta en escena modernuqui repleta de planos feístas, hasta el uso de técnicas cinematográficas propias de preescolar. A saber: numerosísimas elipsis chabacanas que pasan por teletransportar al espectador de un libro a un periódico a través de la misma foto. Deja de pajearte con "Ciudadano Kane", ¡mamón! Planos repetidos hasta el infinito, como las caras de Sánchez-Mazas y el puto soldadito republicano de los webs. Recursos narrativos de vergüenza ajena para que la historia avance; las protas no coinciden una sino ¡dos! veces en una ciudad del tamaño de Madrid; Aramis Fuster enciende la tele a tiempo de ver un notición sobre el héroe de turno. Homenajes metidos con calzador para disfrute personal (y exclusivo) del nene Trueba, véase la frase "No sé escribir, pero sé leer", o el acojonante planito del puente evocando "Jules et Jim" ¡Y encima también hay tres personas en dicho puente! ¡Y están corriendo! Orgásmico. Sublime.

Naturalmente, queda claro que a Trueba la investigación, por momentos farragosa e ininteligible, se la trae el pairo. Aquí, lo único que importa es reflejar la crisis creativa de la escritora frustrada, rodearla de personajes molonguis y meter violines a full cuando la situación lo requiera. Por no contar, esta película no cuenta ni con la baza de la originalidad. La inmersión de un periodista en guerras pretéritas no es tema novedoso, ni siquiera en el cine. Que se lo digan a Frederick Forsyth (Odessa), que al menos tuvo los cojones de hablar con antiguos SS, no con sus hijos o sus nietos. Por comparación, Lalola Cercas esta merece una crisis creativa ad eternum y un pollazo en la boca debidamente acompañado con música de violines. Eso sí estaría bien.
Dexter Bernaldez
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