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Voto de Flaterik:
3
4,2
29.986
Ciencia ficción. Acción. Aventuras
Tras una serie de cataclismos que forzaron a la humanidad a abandonar la Tierra, Nova Prime se convirtió en su nuevo hogar. Tras una larga misión fuera de ese planeta, el legendario general Cypher Raige regresa en compañía de su hijo Kitai. En medio de una tormenta de asteroides, la nave se avería y se estrella contra la Tierra, lugar desconocido y peligroso en el que todos los seres vivos no tienen más objetivo que eliminar a los ... [+]
30 de junio de 2013
33 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sucede un caso curioso con este film que suele acreditarse en las películas fallidas: los momentos que deben ser de risa, te dejan rallado de mediocridad, y los momentos de tensión, te producen risas involuntarias. Todo, gracias a esa hipergravedad que Shyamalan quiere impregnar a las escenas y debido a la mala actuación del clan Smith ( que tiene poco de interpretar y mucho de fingimiento, y eso, se nota demasiado ), arruinando la empatía del espectador de principio a fin.
La cutrez del diseño de las viviendas de los protagonistas y del interior de las naves merece un capìtulo aparte: las paredes son sábanas y las de las naves están hechas de algo parecido a la felpa, cáñamo, o bambú entretejido, sin duda algo muy resistente y pensado para aguantar las inclemencias y peligros del espacio ( es ironía, si no se dan cuenta ).
Y qué decir de la doble catana, el arma definitiva del tercer milenio de la humanidad (de nuevo es ironía, jiji...). Una civilización tan avanzada tecnológicamente y no tiene una triste arma de láser, de pulsos, o de cualquier otra maravilla lógica que nos dará la ciencia. Penoso.
Houston, tenemos un problema. El indio ha tocado fondo en el pozo y Smith se ha tirado al vacío sin paracaídas, dandose el batacazo y arrastrando a su vástago con él. La estupenda factura visual y digital, con localizaciones en la maravillosa Costa Rica, sólo sirven para maquillar apenas una historia disneyana con menos aciertos que un mono haciendo punto cruz: tópica, previsible hasta decir basta, incluso aburrida en algunos tramos, fruto de la nulidad del director para profundizar en la psicología de los personajes sin caer en la cutrez, la cursileria o el estupor más vergonzoso. Desde Wild Wild West, Smith no daba un palo tan fallido a su carrera, ha ideado la historia y luego la ha destrozado interpretándola, hiperventilando a su hijo de paso y cepillándose además el prestigio que le quedaba al director indio, que no ha dado señales de tener un sexto sentido en el bosque y ha perdido su condición de ser el protegido, el mayor incidente desde aquélla joven del agua que me dejó mojada la almohada con mis propias babas.
Cuando el estreno de Man of Steel mucha gente se quejó en las críticas de los flashbacks, que juzgaron mal introducidos y poco afortunados ( a mí no me pareció nada de eso, pero bueno... ). Pues esos mismos qué podrían decir entonces de los flashbacks de After Earth. Nunca he visto algo tan cutre, cursi, aburrido y sin emoción real alguna, parece que los hubiera hecho el propio Bambi inocentón en un momento de recuerdo de su madre fallecida ( aquí de su hermanita ), dando auténticas arcadas de perplejidad por un trabajo de realización tan mal hecho.
En fin, la película la disfrutarán niños de 13 años y adultos infantilizados poco exigentes. O sea, el fracaso de taquilla se huele a miles de parsecs de distancia. Y mi buen deseo es para que este director tenga ya un film de éxito que le salve de la hecatombe artística, porque al fin y al cabo, Smith es un showman y comediante y cantante de rap exitoso y saldrá más antes que después de este fracaso, pero mi amigo Shyamalan corre un grave peligro de acabar como Pi, en un barco devorado por un tigre llamado talento perdido.
La cutrez del diseño de las viviendas de los protagonistas y del interior de las naves merece un capìtulo aparte: las paredes son sábanas y las de las naves están hechas de algo parecido a la felpa, cáñamo, o bambú entretejido, sin duda algo muy resistente y pensado para aguantar las inclemencias y peligros del espacio ( es ironía, si no se dan cuenta ).
Y qué decir de la doble catana, el arma definitiva del tercer milenio de la humanidad (de nuevo es ironía, jiji...). Una civilización tan avanzada tecnológicamente y no tiene una triste arma de láser, de pulsos, o de cualquier otra maravilla lógica que nos dará la ciencia. Penoso.
Houston, tenemos un problema. El indio ha tocado fondo en el pozo y Smith se ha tirado al vacío sin paracaídas, dandose el batacazo y arrastrando a su vástago con él. La estupenda factura visual y digital, con localizaciones en la maravillosa Costa Rica, sólo sirven para maquillar apenas una historia disneyana con menos aciertos que un mono haciendo punto cruz: tópica, previsible hasta decir basta, incluso aburrida en algunos tramos, fruto de la nulidad del director para profundizar en la psicología de los personajes sin caer en la cutrez, la cursileria o el estupor más vergonzoso. Desde Wild Wild West, Smith no daba un palo tan fallido a su carrera, ha ideado la historia y luego la ha destrozado interpretándola, hiperventilando a su hijo de paso y cepillándose además el prestigio que le quedaba al director indio, que no ha dado señales de tener un sexto sentido en el bosque y ha perdido su condición de ser el protegido, el mayor incidente desde aquélla joven del agua que me dejó mojada la almohada con mis propias babas.
Cuando el estreno de Man of Steel mucha gente se quejó en las críticas de los flashbacks, que juzgaron mal introducidos y poco afortunados ( a mí no me pareció nada de eso, pero bueno... ). Pues esos mismos qué podrían decir entonces de los flashbacks de After Earth. Nunca he visto algo tan cutre, cursi, aburrido y sin emoción real alguna, parece que los hubiera hecho el propio Bambi inocentón en un momento de recuerdo de su madre fallecida ( aquí de su hermanita ), dando auténticas arcadas de perplejidad por un trabajo de realización tan mal hecho.
En fin, la película la disfrutarán niños de 13 años y adultos infantilizados poco exigentes. O sea, el fracaso de taquilla se huele a miles de parsecs de distancia. Y mi buen deseo es para que este director tenga ya un film de éxito que le salve de la hecatombe artística, porque al fin y al cabo, Smith es un showman y comediante y cantante de rap exitoso y saldrá más antes que después de este fracaso, pero mi amigo Shyamalan corre un grave peligro de acabar como Pi, en un barco devorado por un tigre llamado talento perdido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Fui a una sala llena de un extraño público: eran la nueve de la noche pero habían varios niños pequeños y adultos habladores de esos que se emocionan hasta cuando una hoja cae al suelo o el protagonista se tira un pedo, y necesariamente, sus protocolos de sociabilidad grupal les obliga a comentarlo todo con el de la butaca de al lado. Mas adelante, un pasota chateaba en Line con un pantallón de Galaxy Note por lo menos, y a mi lado, una joven sensible que debía estar con su padre, se conmovia, asustaba o reía según las líneas de guión lo exigían, haciendo de público robotizado perfecto. Cuando el águila de Gandalf se muere ( qué cuernos hacía ese águila protegiendo a Jaden, no se daba cuenta que un pollo negro no podía ser su hijo por dios, o quizás era un águila muy promiscua, yo que sé ), mi compañera de butaca que como digo era una joven de más de veinte años pero que nunca superó la muerte de Bambi, y la de Mufasa ni te cuento, pues rompió a lloriquear deprimida y entonces yo ya me imaginé el estupendo caldo de ave de avecrem que podría hacerse con aquél pájaro gigantesco, y me dió por partirme de risa.
Fue el mejor momento de auténtica diversión que me produjo el film. Gracias, pajarraco.
Fue el mejor momento de auténtica diversión que me produjo el film. Gracias, pajarraco.