Sobrevalorada película de episodios, que, con la excusa de los robots, reflexiona sobre como el ser humano afronta la maternidad, la pérdida de un ser querido, las relaciones en el trabajo y la muerte digna. Nada que ver, por tanto, con los retos que supone la inteligencia artificial y su encaje en la sociedad actual. Es, por tanto, una película engañosa por su título, sin nada que ver con cualquier cuento o historia de Asimov, como pilar de las narraciones sobre robots.

Las historias, en sí, resultan entretenidas, aunque con un regusto de tristeza, en especial la segunda, donde no hay robots, sino figuritas de acción tipo "GI Joe" o "Micronautas". Pero no busquéis ciencia-ficción, puesto que no hay nada de ella; no todos los filmes que plantean tecnologías son de ciencia-ficción (¿Acaso "El astronauta" con Tony Leblanc era de ciencia-ficción?). En este caso es una simple película a medio camino entre el drama y la comedia. Y no especialmente brillante.

Como curiosidad, destaca que el reparto y equipo técnico principal está mayoritariamente compuesto por estadounidenses de origen oriental.