Eureka Stockade es para los australianos lo mismo que El Álamo para los tejanos, el 11 de septiembre para los catalanes o el Alzamiento de Pascua para los irlandeses: un símbolo del derecho a la libertad y a regir sus propios destinos, aún a costa de su vida.

Eureka Stockade es el lugar, una instalación minera, donde se inició la insurrección. Los mineros, tras años de continuas demandas de equidad y justicia, iniciaron una revuelta. Sus demandas entre otras, incluían el derecho al voto y poder ser dueño de la tierra que trabajaban. El Imperio Británico no lo toleró y envió las tropas a arrasar a aquellos valientes, cuyos supervivientes fueron juzgados por traición y sedición. La bandera que enarbolaron, la Cruz del Sur, es el símbolo de los republicanos australianos. La revuelta, aunque efímera y condenada al fracaso, tuvo una incidencia notable en la sociedad australiana: les abrió los ojos y les quitó la venda de la boca.

La miniserie relata y reconstruye todos estos hechos: los inicios, los líderes, la épica revuelta y la desigual batalla, la persecucion y la polémica de la sociedad. Es un producto solvente, hecho desde Australia, mostrandonos un trocito significativo de su historia reciente. Es una buena teleserie.