Producción canadiense de serie B de las postrimerías de los años 90, Laserhawk es una sencilla película de guión lineal y sin demasiados sobresaltos sobre como dos teenagers deben afrontar su papel para evitar una invasión alienígena, descrita, curiosamente, en un comic de gran éxito.

El guión es muy previsible, como tantos otros que narran situaciones similares; así la pareja de teens localizan fácilmente al autor de los comics, a su vez liberan con suma sencillez al inspirador de dicho comic, un Mark Hamill encerrado en un manicomio y con un digno rol secundario y les resulta facilísimo infiltrarse en una base de alto secreto de los militares. No obstante, la película resulta agradable de ver, por su digestión rápida, con momentos bien realizados como las abducciones a lo bestia que sufre el pueblo de los chicos. La batalla final, debido a unos efectos bastante limitados para los años en los que se produjo, resulta algo ramplona y poco sofisticada, llegando a ser torpe y confusa, así como en la resolución final del conflicto, que fusilaron de Independence Day.

Está película recoge todos los tópicos manidos: marcianos malos, incredulidad de las autoridades, el "ya te lo dije", militares malos y tontos y militares buenos y comprensivos.

Con respecto a las interpretaciones hay que señalar que los teenagers a veces resultan creíbles y en ocasiones tienen comportamientos patéticos, como la cena con el guionista de comics como si tal cosa, sabiendo que los marcianos se han zampado todo su pueblo, padre y amigos incluidos. Mark Hamill hace lo que puede, y sin duda tenía que pagar facturas para aceptar este papel. El actor que interpreta al comiquero es el que peor lo lleva, en el rol de colegui-simpático-gracioso, que no resulta nada creíble.

Pero bueno, si no eres muy exigente y no tienes nada mejor que hacer, resulta entretenida.