Película italo-española, estrenada en verano, para aprovechar el reciente éxito de "En busca del arca perdida" (1981) aunque con un claro homenaje al filme de ladrones de museos Topkapi (1964). Porque esta película, en la que unos ladrones deben descolgarse desde el techo para robar una joya en el museo de Constantinopla inspiró tanto este filme como a "Misión imposible"(1996).

No creo que este filme merezca una nota tan baja. Aunque de guión va justito, con unos agujeros por los que pasaría una estampida de ñus, el fuerte de este filme son los efectos especiales, todos reales y con animatrónicos. Un ejemplo; el título menciona a cuatro coronas y solo aparecen dos.

Fue una película que intentó revitalizar el 3D por lo que veremos escenas con primeros planos muy exagerados. En cuanto a las secuencias de acción, como la que abre el filme y dura cerca de veinte minutos, es un digno trabajo de especialistas de lo fantástico. Tendremos esqueletos animados, objetos que salen despedidos, animales peligrosos, bolas ardientes que ruedan persiguiendo al protagonista (como en la película de Spielberg), serpientes, buitres y hasta un pterodáctilo minúsculo. No hay que pensar quién alimentaba a todos estos animales en una cámara sellada hace cientos de años. Secuencias con efectos especiales hay varias, con explosiones, traqueteos y demás, como la incendiaria secuencia final. Y para el año en el que se rodaron estas escenas, cumplen sobradamente.

Muchas de estas escenas recuerdan al filme de Spielberg, como el hecho de emplear una maqueta para mostrarnos el tesoro o como algún malo acaba derretido.

El fallo del filme es el guión inexistente, completamente subordinado a las secuencias de efectos y unos personajes de los cuales no ves su utilidad en la historia. Apenas tienen diálogos ni función. Francisco Rabal está completamente desaprovechado y la Obregón no llega a tener tres frases seguidas. Supongo que en las escenas acrobáticas fue sustituida. El protagonista, Tony Anthony, es un italoamericano que hizo sus pinitos en los spaguetti-westerns y se defiende lo mejor que puede. La BSO de Ennio Morricone es un toque de distinción, con un leitmotiv a medio camino entre "Los intocables de Elliot Ness" y "Misión a Marte". En cuanto a ambientación y exteriores son de destacar los medios empleados y el rodaje en distintos lugares de España.

Película que no pasó a la historia, pero que fue rodada con profesionalidad y dignidad. Entretenida lo es y en aquellos años seguro que a más de un niño le impresionó.