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Voto de Quinto Sertorio:
5
21 de marzo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los años 60 se produjo la eclosión de las películas de espías superheroicos, más próximos a los comics y a las novelas pulp que a los espías rigurosos y un punto aburridos de las novelas clásicas de este género. El éxito de las novelas de James Bond y de su trasposición al cine, llevaron a aparecen otros personajes, con más o menos suerte fílmica, como Harry Palmer o Flint, en producciones estadounidenses. Pero también en el resto del mundo. El género de euroespias, produjo personajes como el Comisario X, el Tigre y cientos y cientos de personajes de una sola película. Franceses e italianos destacaron en estas producciones.
"Todos los hermanos eran agentes" fue una poco ética jugada de la Titanus italiana. Contrató a varios de los actores secundarios de los filmes de James Bond (Bernard Lee, Lois Maxwell, Daniela Bianchi) en papeles similares con otros nombres, a malos de sus filmes (Adolfo Celi, Anthony Dawson) o bien imitó a personajes icónicos de sus primeros filmes (como la villana nazi o Félix Leiter) o a la organización criminal por excelencia (SPECTRA), llamada aquí THANATOS . Y la guinda fue contratar al hermano menor de Sean Connery, que era cirujano y no actor, e interpretarse a si mismo- como Neal Connery, su auténtico nombre- eso sí, transformado en un cirujano conocedor de artes marciales tibetanas, políglota, hipnotizador exprés y experto tirador de arco. Ahí es nada. Y con referencias nada veladas a su hermano el espía. En el fondo, se vendía como una especie de spin-off bastardo.
El filme tiene medios, sensualidad de garrafón, chicas en bikini, lugares exóticos como Tetuán, una Málaga con melenudos bailando en su aeropuerto y Mónaco, pero es tremendamente mediocre, con pocas luces y una trama penosa. Hay personaje que, de pronto, desaparecen del filme (Lois Maxwell). Aburrida no es, hay numerosas escenas de acción y una batalla final surrealista, rodada en las cuevas de Nerja, con flechas y rifles submarinos. Y Connery, el hermano, tiene un asombroso parecido familiar, y como actor, aunque no heredó el talento de su hermano, al menos cumple, para el tipo de filme que se trata.
Como premio añadido, la BSO es de Morricone y Nicolai.
"Todos los hermanos eran agentes" fue una poco ética jugada de la Titanus italiana. Contrató a varios de los actores secundarios de los filmes de James Bond (Bernard Lee, Lois Maxwell, Daniela Bianchi) en papeles similares con otros nombres, a malos de sus filmes (Adolfo Celi, Anthony Dawson) o bien imitó a personajes icónicos de sus primeros filmes (como la villana nazi o Félix Leiter) o a la organización criminal por excelencia (SPECTRA), llamada aquí THANATOS . Y la guinda fue contratar al hermano menor de Sean Connery, que era cirujano y no actor, e interpretarse a si mismo- como Neal Connery, su auténtico nombre- eso sí, transformado en un cirujano conocedor de artes marciales tibetanas, políglota, hipnotizador exprés y experto tirador de arco. Ahí es nada. Y con referencias nada veladas a su hermano el espía. En el fondo, se vendía como una especie de spin-off bastardo.
El filme tiene medios, sensualidad de garrafón, chicas en bikini, lugares exóticos como Tetuán, una Málaga con melenudos bailando en su aeropuerto y Mónaco, pero es tremendamente mediocre, con pocas luces y una trama penosa. Hay personaje que, de pronto, desaparecen del filme (Lois Maxwell). Aburrida no es, hay numerosas escenas de acción y una batalla final surrealista, rodada en las cuevas de Nerja, con flechas y rifles submarinos. Y Connery, el hermano, tiene un asombroso parecido familiar, y como actor, aunque no heredó el talento de su hermano, al menos cumple, para el tipo de filme que se trata.
Como premio añadido, la BSO es de Morricone y Nicolai.