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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
2
Acción. Thriller Después de su épico reencuentro en la base militar secreta llamada “la Fortaleza”, el agente retirado de la CIA, Robert Carter Michaels (Bruce Willis), y su hijo Paul (Jesse Metcalfe) se recluyen en un hostal de los montes Apalaches. Sin embargo, un día la esposa de Paul no regresa tras hacer un recado y, después de una búsqueda frenética, los peores miedos de Robert y Paul se hacen realidad: Melissa ha sido secuestrada y para su ... [+]
9 de mayo de 2022
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenia curiosidad malsana de saber como de un bodrio tan infecto -"Fortress"- eran capaces de sacar una secuela, aún más infame que el original. Básicamente porque las rodaron en conjunto. De hecho, tienen la desfachatez de aprovechar secuencias de la original para refrescarnos la memoria y de paso recordarnos la porquería que fue.

Si ya en la primera, ese camping con bungalows era imposible que colase como "fortaleza" para agentes secretos retirados, en su secuela, aún es más improbable. Resulta que tras los eventos de la primera, el camping está siendo desmontado y no hay apenas seguridad y, ni mucho menos, equipos de vigilancia electrónica. Algo absurdo. Y entonces se les cuelan los malos de la primera para acabar el trabajo. Por cierto ¿cómo en una instalación secreta hay inmuebles pintarrajeados por grafiteros?

Escenas de acción para arrancarse los ojos, aunque peores son las escenas románticas, de esas de vomitar cual bulímica introduciéndote los dedos en la garganta. La protagonista, que debió aprovechar una oferta para operarse pómulos y pechos, parece tan artificial, que podría pasar por hermana de Leticia Sabater. Y esa ropa veinte tallas menos ... más que la líbido, levanta la compasión. No hay nada salvable en el film, como también ocurría con su precedente.

Pasemos al pobre Bruce Willis. La afasia que le ha llevado a retirarse le obligó a aceptar su participación en estos truños. Realmente da pena. Siempre con la misma cara impasible, le torturen, le amenacen, le disparen en un hombro o dando los buenos días. Nunca cambia de expresión. Es lo que tiene ir con un pinganillo y no saber antes que tú las frases que ha de declamar. Por cierto, unos diálogos realmente malos. Aunque su dicción también está afectada y en ocasiones parece borracho.

Vaya díptico más vomitivo. Y amenazan con una tercera parte, supongo que ya sin el bueno de Willis. Da repelús.
Quinto Sertorio
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