Director de un pequeño clásico de la fantasía como es "El viaje fantástico de Simbad", Hessler nos ofrece una sólida adaptación de una de las novelas de Sven Hassel, historias de soldados alemanes en la WWII desde su punto de vista, desencantados con su régimen, con superiores intransigentes obsesionados por las medallas y, como no, combatiendo en el frente ruso. Algo que nos recordará inevitablemente al Steiner y sus hombres de "La cruz de hierro" de Sam Peckimpah, de la que es claramente deudora, compartiendo incluso un actor, Slavko Stimac, que aquí interpreta a Sven Son filmes desde el bando perdedor, una especie de género postapocalíptico bélico, con situaciones extrañas, alejadas de los tópicos heroicos de los filmes de los 40 y 50 rodados en Hollywood. Aquí no hay gloria, sino heroísmo para seguir vivo un día más,

Filme rodado en Yugoslavia, pocos años antes de su guerra civil, cuya profesionalidad técnica compensa la falta de medios. A nivel interpretativo, y al igual que el filme de Peckimpah - cuyo guionista debió devorar las novelas de Sven Hassel - los personajes están bien descritos y resultan muy interesantes, lo que favorece buenas interpretaciones. Este fue el filme en el que descubrí a Davison y, en especial, a David Patrick Kelly, que borda su papel como Legionario. Kelly fue un secundario en filmes como "The warriors" o "La gran huida", siempre haciendo de malo -que los bordaba- y aparecía, ya en los 90, en Twin Peaks. Un actor que mereció mejor suerte y reconocimiento en el mundo actoral.

Junto a unos buenos diálogos el filme goza de una buena banda sonora, al estilo de la del film de Peckimpah,

Buen filme. Hessler nos obsequia con un producto modesto, pero profesional y bien acabado.