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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
5
Ciencia ficción. Acción El policía Brian Bardo, del planeta Arturos, aterriza en nuestro planeta persiguiendo a un peligroso criminal. Una vez en la Tierra, descubre que no mide más de 30 centímetros. Eso no le impide seguir persiguiendo a delincuentes aunque tendrá que resolver más problemas. (FILMAFFINITY)
30 de enero de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Seguidores de Pyun! ¡Alzaos!. Estamos ante otra obra del maestro de la serie Z y todo un catálogo de su arte fílmico, de sus coletillas y- porque no decirlo - de sus deficiencias.

Dollman es una película barata, muy barata, corta en duración y dirigida al mercado del video de los años 90. Pyun, con un guión escaso, tópico y básico, pandilleros contra un justiciero espacial, en este caso del tamaño de un madelman, hace auténticas virguerias ante la falta de efectos especiales y de medios en general. Así juega con los encuadres, sin cromas, para engañar visualmente al espectador, de manera bastante convincente, rueda en ruinas y fábricas derruidas, maneja con soltura la cámara, con encuadres "artísticos" -es el sello Pyun - y va directo a escenas de acción, innecesariamente gores, dotándolas de un humor negro, negrísimo, en especial con las muertes de los villanos.

El personaje principal, una especie de "Harry el Sucio" de 33 centímetros, lleva por nombre Brick Bardo, coletilla o nombre fetiche que en todos sus filmes lleva alguno de los personajes. El resto de personajes son arquetípicos, desde los pandilleros, malos y tontos a la chica, viuda joven con niño pequeño, todo un tópico.

Siendo franco, la película no es buena, ni para los estándares de la serie B. Es fallida a causa de la pobreza del guión y la falta de concreción de ideas- y eso que se inicia en otro planeta - junto a un inexistente riesgo a ofrecer algo nuevo, sino un producto más que visto, que recuerda tanto a otros filmes de Pyun como a aquellas películas post-apocalípticas baratas italianas de los 80. El hecho de que el protagonista mida 33 cm es una simple anécdota y no tiene relevancia fílmica, lo que resulta decepcionante ya que es el presunto gancho de la película. Pero Pyun es Pyun y como Shyamalan, deja huella en sus filmes, por muy imperfectos que resulten.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Quinto Sertorio
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