Este subproducto, muy limitado por los tópicos repetitivos que siempre deben cumplir en los episodios (a saber: peleas con malos que se hacen gigantes, formacion de robot zord gigante y derrota del mismo y así hasta el siguiente), en los últimos años, desde SPD hasta esta, intentaron ofrecer algo más que los torpes guiones infantiloides de los Saban.

Por que esta serie fue de las producidas por Disney y se nota. La historia relata como unos guerreros legendarios que, al alcanzar la perfección, asumen el espiritu de un animal-guerrero luchador (murciélago, tiburón, rinoceronte, etc), son traicionados por uno de ellos, cayendo en el lado oscuro y guerreándoles continuamente. En la actualidad resucita, en el cuerpo de un estudiante soberbio e inexperto, que se ve dominado. Ante esa emergencia, deben renacer los power rangers.

Como dice el otro comentarista, existe una gran química entre los personajes lo que hace que la serie pareca en ocasiones una sitcom de novios-pero-no-pero-si, y en otras ocasiones vuelve a ser la típica de tortazos. Este giro con la descripción de los personajes y sus vidas anónimas la hacen una serie interesante y que se aleja de otras de este tipo, lo que es de agradecer.

Buenos personajes, con un malvado complejo y una fiel seguidora de complicada relación personal con su lider, que atraviesan su propio desierto particular hacia recuperar su conciencia y bondad y enfrentarse a los auténticamente malvados.