Magnífica y desconocida película dramática ambientada en el mundo de la esgrima actual, realizada por Jeremy Kagan, un director que apuntaba maneras tras "Los elegidos" y que se difuminó como un azucarillo en agua en los telefilmes televisivos.

Historia de segundas oportunidades, de obsesiones enfermizas y de honor, donde el mejor maestro no tiene que ser el más reputado, sino el que ha tenido más recorrido vital y ha aprendido de sus errores. Además de un duelo en la película entre los protagonistas, unidos quizás por un pasado tenebroso, asistimos a un duelo entre los actores, y en ambos sobresale un grandioso F. Murray Abraham - en uno de sus pocos papeles protagonistas - frente a un torturado Eric Roberts, que le aguanta el tipo.

El guión está bien estructurado con varias historias en paralelo, entre las que destacan dos románticas aparentemente intrascendentes y que influyen en los personajes protagonistas, ocasionando una de ellas en final inevitable entre los protagonistas. Los secundarios tienen utilidad en el film y te permiten caracterizar mejor la vida y carácter de los principales. Buena realización, el amor al noble deporte de la esgrima se respira en el filme.

Una gran película, o como dijo el anterior crítico, una joya, un gran descubrimiento. Descúbranla ustedes. Disfrutarán.