Ciencia-ficción del Este europeo y comunista, adaptando una novela de Stanislaw Lem, en la que una tripulación multinacional se embarcan hacia Venus al encontrar un cilindro misterioso proveniente de aquel planeta. Con una idea de partida y un desarrollo que parece haber inspirado demasiado a "Prometheus" (R. Scott, 2012), el film que nos atañe muestra las vicisitudes de la tripulación durante el viaje y la estancia en el misterioso planeta.

La ambientación, para la época, es una transición entre los filmes cutres de Corman y los más realistas que encontraremos en años venideros, tampoco están mal los uniformes ni los trajes espaciales, así como los vehículos de desplazamiento y los robots que les acompañan; asimismo, la ambientación en una Venus post-aocalíptica, con muchas sombras y escasa luces, consigue transmitir el efecto de un entorno alienígena y hostil.

El guión tampoco pretende ser una space-opera, y quien busque acción y disparos-laser o acció a raudales, no los encontrará, como tampoco lo hará en la clásica "Solaris". No obstante, su desarrollo es algo soso, a ratos poco comprensible. Y luego está la fotografia, bella para la superficie venusiana pero lamentable en los interiores,donde no consigue que veamos los rasgos de tripulante africano.

Para los aficionados a la arquelogía de la sci-fi le puede resultar una sorpresa, aunque hay que recordar que es un filme del Este. No es Flash Gordon.