Explotation italiana - como no podía ser de otra manera, en los 80- pobre y mala. Los sufridos seguidores de filmes de espada y brujería tuvimos que sufrir el azote de bodrios infectos, rodados rápida y torpemente, con carteles molones y que tendrían una segunda vida - y decepción- en los videoclubes. La única película aceptable sobre este subgénero, tras Conan, fue "Cromwell, rey de los bárbaros". Y punto.
¿Y que ofrece este execrable filme? Señoras de grandes senos, un héroe bobo, incapaz de cocinar la caza y pesca que consigue, comiéndosela cruda, un pelo lavado con Sunsilk, un héroe violador y secuestrador de mujeres, todo rodado en exteriores sin un ápice de espectacularidad- están rodados en cualquier bosque- con muy pocos extras, unos decorados casi inexistentes y unas coreografías de combate de las fiestas de moros y cristianos. Y un final taaaaan triste y ridículo.

Un protagonista que es derrotado dos veces. Que de conquistador tiene poco. En todo caso, liberador. Torpe hasta la médula, solo es superado en estupidez por el protagonista de "La espada salvaje de Krotar". Un actor protagonista más propio de filmes sobre ligones de playa y/o discoteca, con esa hermosa melena. Pero es que el resto del elenco deprime. Ni las chicas son especialmente guapas, para los estándares de los filmes italianos, que suplian talento con belleza. Aquí ni talento ni belleza.

Lo único bueno, la banda sonora de Francesco de Massi. Una partitura que merecía una película a su altura.