Inicio de una clásica franquicia de serie B que mezcla monstruitos, terror y ciencia-ficción. Tras los gremlins y los ghoulies aparecieron estos critters hambrientos, unos seres que además de matar, se comen a sus victimas aún calentitas. No le hacen ascos a nada, quizás no han probado carne de político. Luego vendrían los Munchies y no sé cuantos otros bichejos enanos y homicidas más. En los Ochenta ya se perdió la cuenta de tantos que aparecieron.

Guión plagado de todos los tópicos de aquellos filmes: un pequeño pueblo en el centro de los EE.UU., una familia granjera standard, con un protagonista adolescente al que le gustan los petardos y super-espabilado, y una hermana ardorosa con novio refocilante- un jovencito Billy Zane- y con coche. La madre es una asexuada Dee Wallace, la madre del chico de "ET, el extraterrestre". El chico es Scott Grimes, al que de adulto hemos visto en la serie "The orville". Y lo borda. También tendremos un sheriff inútil. Lo dicho, todos los tópicos.

En cuanto a los critters, estos son unos bichejos sudorosos de grandes bocas, con vocecillas agudas y que lanzan púas venenosas con las que paralizan a sus víctimas. Frente a ellos tendrán a unos caza-recompensas alienígenas que lo rompen todo. Otro tópico más. Seres fantásticos que ayudarán a las víctimas, como en "Warlock, el brujo", "Terminator" y tantas otras.

La película es muy entretenida si te gustan estos filmes. Bien dirigida. Casi todo sucederá de noche, algo habitual para la serie B. Quizás le falta algo de humor negro. Se nota que el director no es Joe Dante. Dio paso a varios filmes más e incluso a una serie de TV.