Segunda entrega de uno de los dípticos noventeros de la serie B por excelencia. Más que un superhéroe al uso americano, The Guyver era la adaptación americanizada de un manga de éxito allá en Japón. La primera entrega fue regulín. Esta segunda gustó algo más, aunque tampoco es para echar cohetes. Un correcto filme de serie B de los de antes, con decorados construidos exprofeso, disfraces de monstruos de goma-eva o de látex, de esos que vestían los malos de los Power rangers.

En el fondo "The Guyver" es un superhéroe japonés, al estilo de los mencionados Power Rangers o de Ultramán. Y los combates están coreografiados como en estas producciones: tortazos arriba y abajo, saltitos y patadas, con poses muy japonesas, completamente alejado de un superhéroe occidental. Y los monstruos igual. Quizás es el mayor problema, que parece que veas un episodio de los Power Rangers.

La historia bucea en el origen del Guyver, próximo al de los cómics. De hecho, quién los haya leído descubrirá como emplea las armas descritas en el mismo, como ese rayo pectoral demoledor.

Película de videoclub. Obsoleta pero con ese toque encantador de la serie B bien hecha.