Primero que todo, tengo que reconocerle a "Atroz" que, a diferencia de otras películas de un estilo similar ("August Underground" por ejemplo) no se limita a amontonar atrocidades sin más, sino que trata de hilarlas en una historia más o menos coherente, y hasta intenta hacer algo de crítica social. Y también me parece de agradecer que Lex Ortega y su pandilla optasen por utilizar efectos especiales artesanales en lugar de recurrir a esos efectos digitales que están de un tiempo a esta parte hasta en la sopa. Esas dos cosas, se las reconozco.

Sin embargo, "Atroz" no consigue ser una buena película, ni siquiera una buena película gore (que no es exactamente lo mismo), lo primero porque se le nota tanto la intención de provocar y asquear que es difícil tomársela en serio, lo que estaría bien si se tratase de una sátira o se buscase el humor negro...pero no es el caso. Y lo segundo, porque la historia en la que se sitúan las diferentes aberraciones que van ocurriendo está narrada de forma muy torpe y no consigue ser creíble en ningún momento. Así, a medida que pasan los minutos, "Atroz" se convierte sin remedio en un amontonamiento algo insulso de barrabasadas y parafilias adobado con giros de guión inverosímiles y explicaciones cogidas por los pelos.

Tengo que admitir que en un par de ocasiones me reí a carcajadas. Y me temo que no era la idea.