Primera película de Fatih Akin, un tipo que ha tenido después una carrera como cineasta bastante variopinta y bastante interesante, y que aquí, aunque se le nota la falta de experiencia en algunas cosas (algún baile de cámara innecesario, algún altibajo de ritmo) ya apuntaba maneras con esta mezcla de drama sobre la amistad y thriller criminal que cuenta las andanzas de tres amigos, uno turco, uno serbio, y uno griego, los líos en los que se meten en los bajos fondos de Hamburgo, y cómo ello va afectando inevitablemente a su amistad.

La puesta en escena es sobria, la fotografía es áspera, hay como ya dije más arriba altibajos de ritmo, y se alternan escenas en que el uso de la cámara es muy creativo con otras donde se pasa de rosca y marea un poco. La ambientación está bastante bien, las interpretaciones son correctas, los personajes no están desarrollados a fondo pero tienen cierto carisma y su relación es creíble, los diálogos no están mal y el desarrollo de la trama es bastante interesante. Alterna con acierto momentos dramáticos con situaciones cómicas y algo de intriga, y en general funciona bastante bien.