Después de una filme como "American History X" había que seguir la pista a la labor de Tony Kaye y aquí le tenemos de nuevo a las riendas de un macro-documental (macro por la duración más que nada) sobre el aborto.
La sensación que me ha dejado el visionado de la cinta es ambivalente, por un lado me gusta la variedad de opiniones recogidas en lo que considero una buena radiografía de los polos que tiene un asunto tan espinoso y universal pero por otro lado lo encuentro largo, tedioso, narrativamente romo, sin fuerza, abusando de los testimonios en primer plano como principal fuerza conductora y el mayor error de todos, al menos en mi humilde opinión, esos insertos completa y absolutamente obvios de fetos humanos que me sacan por completo del documental y que me parecen una de las formas más gratuitas de epatar al espectador.
En resumen creo que Kaye se ha enamorado demasiado de su obra y no ha sabido sintetizarla para hacer más certero el mensaje al espectador... una pena.