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Voto de GEORGE TAYLOR:
4
Acción. Thriller Un Concorde desaparece en pleno vuelo sin dejar rastro de su paradero. Mosses, un periodista neoyorkino, recibe una llamada desde las Antillas de su ex-mujer, comunicándole que tiene para él una valiosa información sobre el siniestro del aparato. Pero instantes después la mujer sufre un paro cardíaco y Mosses tiene que investigar las causas de la muerte de su mujer y las del accidente aéreo. (FILMAFFINITY)
12 de enero de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El estreno en 1970 de Aeropuerto (Airport) de George Seaton (y Henry Hathaway sin acreditar), marcaría el inicio de una nueva corriente que se revelaría muy activa a lo largo de los años setenta: el cine de catástrofes. Pero aparte de ser el detonante del citado subgénero y de sentar las bases sobre las que éste se sustentaría, el éxito alcanzado por Aeropuerto daría lugar en los años venideros a una serie de secuelas miméticas. Para cuando a finales de aquella década los responsables de la serie pusieron en marcha la cuarta entrega de la saga, las también conocidas como disaster movies se encontraban sumidas en una franca decadencia fruto de la constante repetición de esquemas y planteamientos a la que habían sido objeto.



Sorprendentemente teniendo en cuenta este panorama, la cada vez más imitativa industria italiana, que hasta la fecha se había mostrada ajena a este fenómeno (posiblemente por el exceso de presupuesto que el tema exigía), decidió entonces que aquel era un buen momento para realizar su propia versión del tema. De esta forma nacía Concorde Affair [tv: Operación Concorde] (Concorde Affaire ’79, 1979) de Ruggero Deodato, película que, tal y como su título deja entrever, trataba de jugar al equívoco con la nueva Aeropuerto 80 (The Concorde: Airport’79, 1979) de David Lowell Rich (1), llegando incluso a ser estrenada varios meses antes que ésta.


Siguiendo esta idea, la producción de Mino Loy y Luciano Martino adoptó alguno de los rasgos más reconocibles de este tipo de cintas, como por ejemplo la confección de un reparto a base de viejas glorias de la pantalla, en esta ocasión formada por rostros tan habituales del cine de género italiano como James Franciscus, Mimsy Farmer, Joseph Cotten, Edmund Purdom y Van Johnson. Del mismo modo, para su argumento los guionistas Ernesto Gastaldi y Renzo Genta fabricaron un pastiche en el que se entremezclaban ciertos ingredientes procedentes tanto de la película a la que trataban de enmendar la plana como de Aeropuerto 78 (SST: Death Flight, 1978), un telefilm(e) del mismo director de Aeropuerto 80 que, casualidades de la vida, llegó a conocer distribución en cines españoles como si de otro capítulo más de la popular franquicia aérea se tratara.
GEORGE TAYLOR
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