Bueno, es cierto. Para qué vamos a disimular. Podría decir que lo hice porque William H. Macy me parece un actorazo y sentía cierta curiosidad por ver que era esto. Podría buscar alguna explicación cinéfila.

Pero no. Siendo sinceros, me puse a ver The Layover porque Kate Upton y Alexandra Daddario son dos mujeres de físicos rotundos y de magnífico ver. Para que vamos a mentirnos a estas alturas. Y (perdón por el spoiler) la verdad es que poca carne se ve. Apenas un par de escenas en bikini de la Daddario en la piscina y punto. Así que ante la ausencia de alegrías visuales cabría esperar que el resultado final fuera un desastre.

Pero la película tiene su aquel. Tampoco es una maravilla, por supuesto, pero no es la catástrofe que las críticas profesionales dicen. Daddario y Upton bordan sus papeles de buenorras un poco pasadas de rosca intentando llevarse al huerto al afortunado gañán que se cruza en su camino el primer día de sus vacaciones.

Los gags son básicos, en la linea habitual de las comedias Hollywood, pero es imposible no simpatizar con estas dos tarambainas un poco locas y los desastres que montan. Hay momentos muy divertidos, como el viaje en globo o la pelea en la cafetería. Y algunos diálogos que tienen más miga de lo que parecen. Y sale el que hace de exmarido de Anna Faris en Mom, que siempre me ha hecho gracia con esa voz aflautada. Porque esa es otra. Si la ven, por favor háganlo en versión original.

Y si no les apetece, pues a otra cosa y ya está. Relax.