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España España · Bcn-Vigo-Malg-Mad
Voto de AngelsRup:
8
Drama Vera, Juan y su hija Manuela viajan a Mallorca para pasar unos días en una casa idílica frente al mar propiedad de Alonso, antiguo compañero de trabajo de Juan que, tras perder a su pareja, decidió retirarse del mundo. Han tomado la decisión de separarse y quieren que Alonso ejerza de hombre bueno, un mediador que les ayude en el proceso. Aislados en la casa frente al mar, llegará para todos ellos el momento de revelar los secretos y de ... [+]
8 de marzo de 2024
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Esta es una película de miedo… de miedo a convertirse en un ser despreciable con la pareja y consigo mismo.

En esta película, con un excelente guión, el elenco de actores le da un tono muy especial. Por un lado está Jorge Sanz, con pinta bohemia y salvaje, algo barrigoncete por su vida de bon vivant reconvertida en un casi eremita que vive recluido en su casa retirada de Mallorca, que sale a nadar desnudo cada día y que alquila parte del complejo de su vivienda a turistas deseosos de tranquilidad y retiro. Por otro lado el paisaje, tremendo, azul, rocoso, con una luz impresionante, magnífico. Y luego está la pareja protagonista, a punto de separarse, que acude al amigo común Jorge Sanz para que éste ejerza de “hombre bueno”, como un árbitro que les ayude a mediar en su tránsito de divorcio, como un consejero matrimonial o un mediador a través del cual solventar el problema, tratando así de evitar convertirse en seres despreciables, uno con el otro.

La pareja, encarnada por Vito Sanz y Macarena Sanz (no son familia), tiene, precisamente, un aspecto visual y auditivo algo blandito, los dos tienen voces suaves, finitas, los dos están rozando lo melifluo y, sin embargo, el contenido de lo que ambos expresan cuando hablan es contundente, fortísimo.
El guión está escrito primorosamente, mostrando ejemplos y sensaciones tan reales, de los que ocurren cuando una pareja lleva años de matrimonio o de relación, que pasma. Son diálogos y comentarios dichos descriptiva y objetivamente, sin intención de hacer daño al otro, pero que muestran esa realidad de ser como dos pájaros que se han chocado contra el vidrio de la ventana de casa, que el golpe les deja desconcertados y doloridos.
Estos personajes y su imagen son el contrario de Buster Keaton, duro por fuera y plagado de emociones por dentro. Ellos parecen irradiar ternura pero están doloridos por dentro, como si ellos fuesen un negativo de esas películas en blanco y negro.

El matrimonio es la historia de la destrucción de la pareja.

Esta película tiene la intención de dejar proyectar a cada persona que, como espectador, deja que evolucione con nuestras propias referencias. Habitualmente los hombres tienden a resolver los problemas desde el exterior, dejan pasar el tiempo y son más acomodaticios, son capaces de sobrevivir casi en cualquier sitio, sin embargo las mujeres buscan más esa plenitud interior, que si no se da en la pareja, quedan expuestas.

El guión está plagado de frases lapidarias, que no son en absoluto frases hechas, sino emociones muy pensadas. Como que las mujeres con una fábrica de infelicidad que, finalmente, es fruto de la impotencia de los hombres porque ellas buscan esa plenitud que pasa a ser tan conflictiva.

Estos dos hombres se creen muy listos, buscan soluciones que van desde una buena intención, y creen de verdad que son buenos. Pero el espectador también ve ciertas actitudes paternalistas y patéticas.

En la actualidad las relaciones se ven más como conquista y abandono. No sabemos vivir las etapas llanas. No sabemos pedalear mucho sin tender a obtener un cierto triunfo. Quizás deberíamos aprender del pasado, de las relaciones de nuestros padres y abuelos, en aquellas facetas que tenían de bueno. No someterse, pero sí saber usar los márgenes que nos dan. La frustración a veces ahora es mayor. Nuestros abuelos nunca se hicieron la pregunta “estoy en un momento de mi vida de frustración”, “me he realizado”. Sin embargo nosotros siempre estamos pendientes de la subida al Tourmalet, sin seguir luchando y ver como un triunfo el mantenerse en las etapas llanas.

David Trueba, también guionista, dice que a sus 18 años Rafael Azcona le dio el consejo de que escribiera de lo que conoce, que contara la verdad. A sus 18 años pensaba que hacer novelas era una cuestión de imaginación e invención, pero en general lo más sorprendente o aterrorizante
está muy cerca. El miedo, la pérdida, está cerca.

Al Director le gusta trabajar con actores no muy conocidos y le encanta la idea de servir de escalón de lanzamiento para próximos proyectos una vez que les da a conocer. En sus realizaciones trata de no chocar contra las barreras que no existen. En el ámbito cinematográfico, de la industria, e gustaría que hubiera una territorialidad para salir un poco de la misma zona, en el que la mayoría de películas que se hacen no son capaces de salir de ahí y de permitirse algo de libertad.

Presentada en el Festival de Málaga, Trueba comenta que este Festival aún conserva cierta pureza, aún goza de cierta ingenuidad para poder mostrar películas como esta, pequeñitas pero que son verdaderas joyas, que aún no tiene distribución y que no se sabe cuándo llegará a los cines o al público.

Una maravilla visual, con los paisajes costeros de Mallorca y emocional, porque si llevas años en pareja reconoces las sensaciones.
AngelsRup
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