Bueno, hace 25 años se creó la historia de dos cuadrúpedos domésticos que solo tocan desde su cabeza hasta su tronco con dos patas que mantienen sus instintos pero estan como un injerto en la cual deben convivir en una casa bastante peculiar con forma de sus alimentos favoritos y ni mencionar sus personalidades opuestas. No faltaba un consejero ratuno que Catdog nunca lo tomó en serio y una pandilla canina llamado Los grasosos que intentaba desestabilizarlo.
La pregunta del millón: ¿pudo dar mucho más? Y yo contesto que sí, por varios motivos.
1. Más que vivir en su casa debería haber más giros en la historia y nuevos escenarios para refrescar la historia,
2. La pandilla Los grasosos deberían ser más inteligentes y tenían que complicar más a Catdog pero recurrieron a su eterna bobería.
3. Sus amigos (Lola, Rodolfo, Tallulah, Radiante, Mervis, Dunlap) debieron ser más participativos y darle más juego.
4. El consejero Tito debió ser más ocurrente y hasta rebelársele a Catdog porque estaría hastiado de que lo ignoraran una y otra vez.
5. Búsqueda de sus papás reales: pero le faltó más inventiva al asunto.
He aquí lo que pudiera ser pero a Nickelodeon lo veo más interesado en seguir explotando al ya dilatada insignia Bob Esponja que a dedicarse a las demás series infantiles con el embéleco de cumplir ciclos. Y si no los tiene, se los inventa. Total, Catdog solitarios como tal, pero nunca revueltos.