En El Jardín secreto tenemos una historia verdaderamente interesante, de redención y superación del duelo mediante metáforas en un jardín enorme que varía entre lo mágico y lo real y ofrece un refugio de la mansión gótica desnuda llena de niebla y sombras.

Y mientras la historia promete, los actores son solventes (como adultos tenemos a la gran Julie Walters y al brillante Colin Firth) y la dirección artística y de fotografía son para quedarse con la boca abierta la película nunca despega de un tono increíblemente monótono.

No es que sea una película lenta (no tengo problemas con eso) sino que nunca encuentra absolutamente nada de ritmo, parece que no pasa nada y cuando pasa, todo es tan plano en montaje, dirección y sobre todo en una soporífera banda sonora que da la impresión que sigue sin pasar absolutamente nada.

Entonces sólo se le puede achacar el fracaso a Mar Munden que viniendo de grandes dramas como National Treasure o Utopia es incapaz de conferir un corazón fuerte a la historia y al guionista Jack Thorne que comete los mismos errores que en Los Aeronautas o La materia oscura, aunque aquí amplificados: falta que queramos saber la dirección a la que va todo. Me cuesta creer que sea una historia que atrape al público más infantil y carece del empaque y fuerza para entretener al público adulto.

VEREDICTO

Pese a que visualmente es verdaderamente interesante la cinta no termina nunca de despegar y no hay ningún sobresalto en el vuelo como para conseguir mantenerte ya no emocionado sino mínimamente interesado.