Película de muy bajo presupuesto y con un argumento visto cientos de veces. Es más, parece un calco de la reciente (y magnífica) serie "La maldición de Hill House", saliendo perdiendo en la comparación. Un hombre recién divorciado compra un viejo caserón abandonado con la intención de restaurarlo y revenderlo, llevándose a su hijo para que le ayude y al mismo tiempo estrechar lazos familiares con él. Hay una presencia en la casa (la de la ventana del título), que pronto empezará a ponerles las cosas difíciles.

Con escenarios muy reducidos, casi exclusivamente 3 actores, y cero efectos visuales, habría necesitado de argumento algo más complejo u original para marcar la diferencia con las cientos de películas de casas encantadas. A mi juicio, no lo hace. En contra suyo (o a favor, según se mire) está la corta duración. Esos 77 minutos hoy en día se agradecen, pero ello nos lleva a recordar que hay capítulos de series (como la mencionada "Hill House") que en 70 minutos sacan mucho más partido a su historia, con sustos realmente bien conseguidos y ambiente aterrador. En esta película no encontré ni un momento espeluznante o terrorífico, sino más bien un drama familiar en una casa encantada, que no empieza a dar algo de juego hasta bien entrado el metraje. Tampoco se puede decir que utilice los resortes del género de manera demasiado original o inteligente, con varios sustos causados únicamente con bocinazos de sonido para provocar el sobresalto facilón. Exclusivamente para fans del género de terror, o casi podría decir, del subgénero de casas encantadas.

Si algo he aprendido con esta película, es que a la hora de leer las críticas profesionales no basta con ver que tienen un punto verde, sino que hay que comprobar de qué medio viene esa puntuación.