Con películas como "El Laberinto del Fauno" se confirma lo que venía pensando desde hace muchísimo tiempo: Sin un director sin ambición no hay película que valga. Es irónico que un mexicano haya tenido que venir a España para sentar las bases del cine fantástico/histórico, contando con un reparto en su mayoría hispano y un presupuesto "algo" elevado (cinco millones de euros); Pero están bien invertidos. El resultado es una Obra Maestra del género que Del Toro firma con gran pulso, una auténtica fábula que más allá de su rigor histórico o pensamientos políticos es una auténtica gozada de ver y sentir. Si unas generaciones tuvieron "Los Goonies", la actual se quedará con "El laberinto...".

La historia es simple y puede leerse perfectamente más arriba, por lo que carece de sentido comentarla. Lo que si hay que explicar es que estamos ante una historia dual, es decir, dos arcos que se cruzan y acaban uniéndose al final en uno sólo. Por un lado nos encontramos con una cruenta batalla entre las tropas franquistas y los republicanos que aún quedan ocultos en las montañas, y por otro una visión fantástica protagonizada por Ofelia, la joven niña protagonista; El perfecto guión hace que la unión de las dos tramas sea perfecta, llegando a un final precioso y ciertamente cruel.

Las interpretaciones son sublimes: Ivana Baquero eleva un personaje realmente bueno y nos guía por el lado fantástico de la trama, Maribel Verdú está enorme en el papel de asistenta y Sergi López es, sencillamente, un genio. Su interpretación del Capitán Vidal, un sanguinario y cruel militar, es enorme, especialmente en determinados momentos donde muestra su lado más bestia de forma tan convincente que es imposible no odiarle o como mínimo temerle diez minutos después de empezar la película. Doug Jones en el papel de Fauno, de forma similar a Andy Serkins en King Kong/ESDLA, también está perfecto.

Pero el verdadero "protagonista" de la película es el universo de Del Toro ha creado: Hadas, faunos, sapos enormes y criaturas con ojos en las manos. Imaginativos engendros que pasarán a la historia del cine hispano y que, en la secuencia de la segunda prueba -quien haya visto la película sabrá a cual me refiero (tiza-puerta-ojos)-, es una proeza narrativa, visual y de imaginería. Una escena para el recuerdo.

La fantástica fotografía y la maravillosa labor de maquillaje elevan aún más la obra de Guillermo del Toro, rozando niveles insospechados y que dejan entrever hacia donde debería orientarse el cine hispano, especialmente el español, estancado en comedias de situación o dramas. Amenabar triunfó con "Los Otros", pero hasta "El Laberinto del Fauno" parece que el camino no quedaba claro.

Cerraré mi crítica diciendo únicamente que es una auténtica maravilla perderse en este mágico laberinto. Esta película es, junto con otras joyas de la imaginación como "MirrorMask" o "Big Fish", lo más parecido que he visto a soñar despierto. La BSO de Javier Navarrete es, además, soberbia.