"The River" es la segunda producción televisiva de Spielberg para 2012 aunque aquí sólo pone la pasta para que se lucre su protegido Oren Peli, artífice de la franquicia "Paranormal Activity", con una serie que intentará rellenar el hueco que dejó "Lost" entre los fans de las series de aventuras con elementos de intriga. A juzgar por su doble piloto dirigido por el español Jaume Collet-Serra parece que la cosa incluso añadirá elementos sobrenaturales para contarnos la historia de un queridísimo presentador de televisión que desapareció en la jungla sin dejar rastro. Su mujer e hijo se adentrarán (este último a regañadientes) en una travesía por el Amazonas (el "río" del título) tras localizar una señal que podría indicar que sigue vivo, tras seis meses sin pistas sobre su paradero. Así, reúnen una tripulación y se adentran en este viaje producido por una cadena de televisión que mientras dure la fiesta, pone la pasta... a cambio de registrar con sus cámaras el día a día y emitirlo en formato docudrama. Cómo no, el equipo acabará reduciéndose en número episodio a episodio. En estos casi noventa minutos sólo cae uno pero la serie (cuya primera temporada se alargará, al menos, ocho episodios) seguro que guarda sorpresas desagradables a medida que avance.

Centrándome en el piloto, he de admitir que hay algo que me intriga en "The River", aunque no sé si para bien o mal. La serie hace girar la acción sobre el elemento sobrenatural y despliega apariciones fantasmales, posesiones y otro tipo de fenómenos de esos que tanto gustan a Iker Jiménez pero en según qué momentos no se sabe si la cosa va en serio o han introducido (sutilmente) elementos de autoparodia. Quizá es que quiero darle un doble sentido al material escrito por Peli en colaboración con un par de "Michaels" (los apellidos no importan, esto es un guión de manual) pero el caso es que durante ciertos instantes se vislumbra algo... quizá es potencial. O sólo un espejismo. Para saber si la cosa evoluciona habrá que seguir la serie pero el trabajo de Collet-Serra, aunque loable, no da en la diana. Falta fuerza, el drama es superficial, el terror no consigue dar miedo (a estas alturas pedirlo es una utopía, pero producciones 'indie-falso-docu' como "Insidious" lo hacían mejor) y los personajes no son muy interesantes, que digamos, a pesar de que la figura de ese presentador perdido tiene fuerza, al menos como símbolo.

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