Chris Waitt, qué crack. Un tío rubio, que antaño era un rompecorazones, ahora tiene disfunción eréctil y está hundido por que todas sus novias le han dejado. Como terapia, decide hacerles una entrevista a todas sus ex para descubrir en qué ha fallado... y este es el comienzo de un documental tan divertido como carente de veracidad. Con momentos que parecen pura ficción por la planificación de las imágenes y la extraña reacción de la gente de la calle (recordando a Borat), Waitt camina de un lado a otro de Londres para dar con sus exnovias y cumplir su objetivo. Un viaje hilarante que, pese a arrancar carcajadas, tampoco pasa de ser una curiosidad muy divertida pero carente de ningún tipo de ambición real. Vamos, que si esperas un documental inteligente y excesivamente rebuscado, que analice el lado kafkiano de la penetración, mejor ve otra cosa. Es un documental divertido, de evasión, algo a lo que ayuda el divertidísimo personaje que parece ser Chris Waitt. Recomendada para pasar un buen rato.