"Three" es una de estas películas que ves en la tele y sorprenden, no por ser buenas, sino por entretener de principio a fin. Como Drama suspende estrepitosamente, cuenta con un guión más que aceptable para su origen, pero no posee el nivel de implicación necesario, ni por parte de los actores ni de los espectadores. Como Thriller la cosa cambia. Podría definirse "Three" como una versión ‘techno’ de Náufrago.

La historia, pese a lo tópico, se desarrolla correctamente, a ritmo de culebrón en algunos momentos: Una familia se sube a un crucero de lujo, pero hay un accidente. El navío explota, y sólo sobreviven una pareja (típico ricachón y típica tía buena) y uno de los ayudantes del capitán del barco, de nuevo, el típico guaperas con cuerpo de gimnasio. Pero pasan determinadas cosas y él acaba enamorándose de la mujer del primero, ella le sigue el juego, su marido se entera y... siguen los tópicos.

Lo que sorprende es la forma en que Billy Zane, quien interpreta al marido infiel, resuelve sus disputas. Tranquilamente, de forma pasiva, pero que responde con crudeza cuando toca. El resto de las actuaciones no están nada mal, aunque no sorprenden.

El mayor problema de "Three" es tomársela en serio. Posee montones de detalles que no están cuidados, por ejemplo que a Kelly Brook (la chica) no se le estropee el peinado -ni se le manche el pelo- en el año que pasa en la isla desierta. A Billy no le crece la barba, a Juan Pablo tampoco, no se deshidratan... Náufrago está mucho más cuidada en este aspecto.

Y ya para los puristas, "Three" cuenta con un montón de escenas de sexo, tres o cuatro donde la protagonista muestra los pechos mientras Billy o Juan se lían con ella, muchos desnudos al estilo "El Lago Azul", etcétera. Vamos, no es una película para niños. Bastante erótica para lo que viene siendo habitual. No obstante, si quieres una historia aceptable -con sus licencias- que se aleje del asesino en serie o el psicópata que viola colegialas, "Three" es la respuesta. Y además está Kelly Brook, un mujerón que alegra la vista con su pequeño bikini -y sin él-.