La penúltima obra del conocido Masamune Shirow (Ghost in the Shell) llega en forma de excelente película de animación haciendo uso de las más avanzadas técnicas 3D. Fusiona la estética manga/anime y elementos que recuerdan enormemente a secuencias generadas con motores de videojuegos -parece uno de ellos, realmente-, dando como resultante un más que atractivo producto a nivel visual. Eso de entrada.

Por otra parte, tenemos un argumento más que aceptable que si bien tiene algunos agujeros, más bien bastantes -se nota que es adaptación de un manga, faltan minutos de metraje-, sorprende con algunos giros interesantes. La protagonista es más que aceptable, regalándonos secuencias impresionantes de acción con combates coreografiados, como ejemplo pongo los 10 primeros minutos de la cinta o el combate contra los cíborgs hacia los 20-30 minutos.

La música es igual de buena, y es que realmente a nivel técnico es una cinta sobresaliente. No requiere tener conocimientos del manga para disfrutarse, tampoco haber visto las OVAs o la película previa de 1988, aunque ayuda a comprender determinados detalles. En global, una más que aceptable producción que rompe con lo establecido. No es anime, no es 3D... es una mezcla. Y da resultado.