Derek Yee parecía un nombre a seguir dentro del cine hongkonés después de su excepcional película previa, la oscura e intensa Protégé, una cinta sobre triadas y la droga que conseguía conmover y narrar, de forma profunda, una historia realmente bien desarrollada, con notables interpretaciones con Andy Lau dando vida a un “villano” tremendamente carismático. Era por tanto de esperar que esta nueva obra, a pesar de la discutible selección de Jackie Chan para el papel principal, fuese al menos igual de buena que la anterior.

El problema de Shinjuki Incident es que intenta ser demasiado seria y cae en el ridículo de forma alarmante, tratando a la ligera y de forma incorrecta una temática que requería un tono sobrio, sin añadidos gratuitos. La historia sigue al personaje de Jackie, un chino que intentará hacerse un hueco en la yakuza (delirante) para lo cual deberá encarar varios problemas e ir escalando posiciones en una pirámide social. Lo verdaderamente sorprendente es que sea Jackie lo más decente del film, construyendo un personaje simple pero correcto, contenido en su papel, sin dar hostias a los malos ni nada similar. Chan intenta reinventarse, tiene una edad y busca otros papeles más serios, que no impliquen a un doble para escenas de riesgo. Lamentablemente seleccionó mal la película para dar ese paso.

Lo más absurdo de todo el film es, tristemente, Danuel Wu, un actor que ha demostrado su valía en varias ocasiones y que aquí es sencillamente terrible. En la primera mitad del film más o menos está correcto, es hacia el segundo arco cuando se convierte en una caricatura de si mismo (a raíz de un hecho clave en la trama), mostrando un look completamente nuevo y una personalidad totalmente opuesta a la anterior. Se puede entender un cambio de actitud, pero no algo así. Derek Yee juega a disfrazar a Wu de Heath Ledger en The Dark Knight, pintarrajeándole la cara de blanco y poniéndole una peluca verde. El resultado es, como poco, ridículo. Al final, Shinjuku Incident se queda en un film con intenciones no del todo malas, pero que han sido plasmadas en pantalla con más bien poco acierto. Una lástima.