Algo antes de realizar la entretenidísima "Le llaman Bodhi", Kathryn Bigelow se encargó de dirigir este western con vampiros y una historia romántica como eje de la acción. Y la tía se salió. El argumento es el primer punto original: un chaval liga con una jovencita bastante misteriosa, y ésta le da un "beso" demasiado profundo. La cosa es que la mujer resulta ser una vampira y le ha convertido en uno de ellos. A partir de aquí, el protagonista comienza una etapa de aprendizaje en la que debe aprender a cazar para quedarse en el grupo. Sino, lo matarán.

Hay que aclarar que el protagonista rehuye de cometer ese acto, manteniendo aún respeto por la vida humana. La personalidad de este personaje es muy similar a la de Brad Pitt en Entrevista con el Vampiro -de hecho, no es el único parecido con la película de Neil Jordan-, lo cual le da un toque "especial" a la historia. Por otro lado, hay momentos cómicos introducidos en forma de humor negro, como toda la (brillante) escena del bar. La personalidad de estos vampiros es además otro acierto, al reflejarlos a todos de forma diferente pero creíble, siendo el mejor de todos el interpretado por Bill Paxton. Sencillamente cojonudo.

La fotografía es muy buena y la música tres cuartos de lo mismo. Las interpretaciones, muy solventes. La ambientación, magnífica. ¿Lo malo? El final. La re-humanización, por así decirlo, no me acaba de gustar ni me parece que cierre bien una película que hasta entonces había sido la rehostia. Aún con todo, "Los viajeros de la noche" es una road movie con ecos al western de lo más original, con una vertiente romántica poco explotada en el género y que funciona a las mil maravillas. Una de las mejores películas con vampiros.