Dicho de forma rápida, sin dar muchas vueltas, "Adiós al lenguaje" es la pelicula con mejor uso del 3D que he visto nunca. Quizá porque Godard se dedica a juguetear con el formato como un niño con un muñeco nuevo sin molestarse en aplicarlo de la forma convencional, creando algunos momentos que indudablemente parecen conseguir justificar una tecnología que sólo se usa de forma sólida una de cada cien veces. Alejandose completamente de la experiencia convencional ("Avatar", "Gravity", etc.) lo que se busca aquí es que los planos tengan verdadera profundidad no para aportar elementos narrativos sino sencillamente con la intención de sublimar la imagen.

Godard divide su película en varios bloques de montaje combinado y el uso del 3D y la paleta de colores varía en todos ellos: los del matrimonio hablando de sus cosas son los menos inspirados en lo visual, si bien hay cierto momento de combinación de planos que es sencillamente excepcional y en el que vemos como la cámara rota 360 grados desde un punto fijo para acabar colocada en una posición muy determinada; mejores son aquellos segmentos en los que se abusa del contrapicado para forzar la tridimensionalidad. Pero los que quitan el hipo corresponden a ese perro perdido en la naturaleza, con colores saturados y una profundidad de campo extraordinaria. Pareciera que las ramas de los árboles nos golpeasen de verdad.

No puedo defender "Adios al lenguaje" como una película en global porque es puramente una experiencia. No es narrativa al uso, si bien hay una pequeña línea que puede seguirse, y el disfrutarla o no depende enteramente de tu capacidad para verte inmerso en el mundo tridimensional (ahora literalmente, pues su cine siempre ha tenido esa tercera dimensión que tan pocos autores pueden capturar) que plantea ante nuestros ojos. La experiencia en mi caso fue reveladora, y quedan para el recuerdo algunas secuencias extraordinarias, como las citadas, o aquellas en las que Godard coloca un plano en cada ojo y los combina para crear un plano de profunddad que va más allá de lo palpable.