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Voto de Caith_Sith:
7
6,7
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Animación. Drama. Bélico
Película antibelicista que muestra, sin diálogos, los días tristes y felices de una joven niña y su osito de peluche, un ratoncito llamado Kanku-boya y su familia, un árbol, varios posters que cobran vida o una vieja lámpara y una polilla. Con guión de Osamu Tezuka, creador de Astroboy. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2009
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco menos de 40 minutos de duración. Completa ausencia de diálogos. Una niña, un oso de peluche, varios animales y una calle. Una aleatoria, que podría ser un lugar cualquiera. Todo para narrar una tragedia universal. "Historias de una calle" no se corta un pelo, se toma su tiempo para crear unos lazos con el espectador, presentarte a unos personajes en su entorno natural durante el transcurso de un día normal.
Un hombre camina por la calle y se le escapa un globo rojo (genial guiño al fantástico corto de Lamorisse), unos posters cobran vida para dar un concierto musical, una niña juega con su osito y se le cae a un canalón que tiene bajo su ventana. Una familia de ratones y uno de ellos, dando muestra de una bondad que ni siquiera puede encontrarse en el hombre. Dicen que después de la tormenta llega la calma. A veces, sin quererlo, las cosas suceden a la inversa. Cualquier día, da igual el momento, puede pasar algo, una catástrofe, una tragedia. Y en ese caso, como aquel oso de peluche, indefenso, sin poder moverse, somos azotados por la situación sin poder mover un dedo para arreglarlo. O, quien sabe, sin querer hacer nada para evitarlo.
Eiichi Yamamoto y Yusaku Sakamoto dan vida al guión de Tezuka, una historia antibelicista que trasciende desde su origen humilde, una particular revisión de la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, otra más, tan aceptable como original. Dura, pero a la vez amable, y sencilla en la forma, no así en el fondo. "Historias de una calle" dista de ser una obra clave en la historia del cine, pero pese a todo, se siente necesaria. Recomendable como poco.
Un hombre camina por la calle y se le escapa un globo rojo (genial guiño al fantástico corto de Lamorisse), unos posters cobran vida para dar un concierto musical, una niña juega con su osito y se le cae a un canalón que tiene bajo su ventana. Una familia de ratones y uno de ellos, dando muestra de una bondad que ni siquiera puede encontrarse en el hombre. Dicen que después de la tormenta llega la calma. A veces, sin quererlo, las cosas suceden a la inversa. Cualquier día, da igual el momento, puede pasar algo, una catástrofe, una tragedia. Y en ese caso, como aquel oso de peluche, indefenso, sin poder moverse, somos azotados por la situación sin poder mover un dedo para arreglarlo. O, quien sabe, sin querer hacer nada para evitarlo.
Eiichi Yamamoto y Yusaku Sakamoto dan vida al guión de Tezuka, una historia antibelicista que trasciende desde su origen humilde, una particular revisión de la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, otra más, tan aceptable como original. Dura, pero a la vez amable, y sencilla en la forma, no así en el fondo. "Historias de una calle" dista de ser una obra clave en la historia del cine, pero pese a todo, se siente necesaria. Recomendable como poco.