No sé si debería ser agradecido o quejarme del 'boom' de los pingüinos, un animal que ha pasado inadvertido siempre (salvando excepciones como la genial Pebble the Penguin de Don Bluth) y que ahora, tras el documental 'El viaje del emperador' y 'Madagascar", donde estos animalejos eran lo mejor de la película sin duda, nos hayan inundado las carteleras y haya un huevo de películas protagonizadas por ellos. Que si los cortos navideños de los de Madagascar, que si Happy Feet, que si la vomitiva Farce of the Penguins... y ahora esta. La diferencia entre todas es que el enfoque aplicado siempre era el mismo: están en el polo, son como enanos con esmoquin, etc. Pues ahora no, se acabó.

"Locos por el Surf" se aleja peligrosamente de los tópicos al menos desde un primer vistazo. Nos narra una ficticia historia donde el surf fue creado por un pingüino y, ahora, es un deporte nacional entre los de su especie. Así, seguimos la historia del alocado Cody Maverick, un personaje bastante patoso pero con una incesante necesidad de demostrar sus habilidades sobre una tabla. Se apunta a un torneo con la finalidad de ganarlo, ser más feliz, etc.

En un segundo vistazo, arrancando esta piel, la cinta es algo tópica: tenemos al ídolo que ha dejado su mundo atrás para sentar la cabeza, al secundario graciosete, a la tía que se preocupa por el héroe, etcétera. La cosa es "cómo" y no "por qué"; Surf's Up no se centra únicamente en esta historia sino que además cuenta con otras añadidas, algo así como entrevistas a otros pingüinos sobre qué opinan de lo que vamos viendo. No sabría explicarlo del todo, pero le da un toque único a la obra, lo cual es bastante a día de hoy.

Quizá haya sido demasiado benévolo con la nota, quizá no. El tiempo lo dirá. El caso es que "Locos por el Surf" es, probablemente, el mejor film con animales que vaya a estrenarse este año. Técnicamente realmente asombrosa, algo a lo que nos tiene acostumbrados ya DreamWorks y con una BSO orquestada sublime, merece la pena y mucho, más en este año en el que cada vez son más los varapalos que nos vamos llevando, habiendo caído incluso Shrek 3 en el círculo de la mediocridad... Se agradecen películas así de divertidas y honestas para pasar un rato agradable. A ver qué tal sale Bee Movie, que tiene muy buena pinta.