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Voto de Caith_Sith:
7
Drama En desacuerdo sus padres, Otsuya huye de su hogar para refugiarse en los brazos de Gonji, quien termina vendiéndola en una casa de geishas. Allí, un maestro del tatuaje dibuja sobre su hermoso cuerpo una inmensa araña. Como si el espíritu del insecto tomara posesión de la joven, el deseo irreprimible de venganza se transforma en el centro de su vida. Como la viuda negra tatuada en su espalda, Otsuya arruina la vida de todo hombre que se ... [+]
20 de marzo de 2011
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realizada el mismo año que "Red Angel" (una de las cumbres del cine japonés de los '60), "Irezumi" vuelve a reunir a Ayako Wakao con el director Yasuzo Masumura y, como siempre que formaron pareja artística, crearon exactamente lo que indica esta unión: arte. Desde la superlativa "Seisaku's Wife" hasta el descarnado melodrama "Manji", la cámara de Masumura siempre había conseguido sacar partido de la extrema belleza de Wakao rindiéndole culto en cada encuadre. "Irezumi" va incluso más allá, interpretando a un personaje radicalmente opuesto al de la -inicialmente- inocente enfermera militar de "Red Angel" para mostrar a una mujer tímida que acaba convertida en una prostituta sin escrúpulos debido a una maldición convertida en ente físico; un tatuaje de una araña en la espalda de la bella joven. A partir de este momento su existencia está condenada a alimentarse de los hombres con los que se acuesta. La evolución de la joven es una de las claves de una historia en la que casi todo funciona al milímetro, sin estridencias de ningún tipo más allá de las comprensibles.

De nuevo, se vuelve a criticar a la sociedad japonesa a través de la enigmática mirada de la joven, que vuelve a dar vida con una fuerza desgarradora a una mujer de claras convicciones y magnetismo vital. Acercarse a ella supone la perdición y así se da cuenta de cada uno de los personajes masculinos que se le aproxima. La historia se desarrolla saltando en el tiempo (iniciándose con la realización del tatuaje y luego volviendo al pasado) para acabar, como casi siempre en las historias que Kaneto Shindô le escribió a Masumura, bastante mal, algo que se extiende a casi todos los melodramas que se rodaron aquellos años dentro -y fuera- de Japón. No hay sorpresa a este respecto pero si a la hora de representar cada una de las secuencias por separado, en concreto algunas como la que abre el film o aquellas en las que la imagen se enriquece con la sutil partitura de Hikaru Hayashi.

"Irezumi" es una obra menos sobria que "Red Angel" (que estaba filmada en un hermoso blanco y negro, siendo aquí la imagen en color) pero igualmente valiosa. "Menor" dentro de la filmografía de su director (uno de los más grandes de la cinematografía asiática; también de los más desconocidos) pero de muchos kilates. Acercarse a "Irezumi" es descubrir una forma de hacer cine que ya no existe y que, abusando de mi ignorancia, diría que nunca existió al margen de lo que hizo Masumura. Sólo por eso recomendaría verla a quien quiera comprobar de primera mano cómo no todo el cine japonés de los sesenta se limitaba a samuráis y yakuzas. Que el melodrama no sólo pertenecía a Sirk, y que la belleza femenina encontraba en los rasgos de Ayako Wakao uno de sus más perfectos representantes.
Caith_Sith
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