Adam Wingard es uno de los nombres que se citan al hablar de los nuevos ‘maestros’ del cine de terror, junto a otros como Ti West o James Wan, una etiqueta que puede quedarle un poco grande a pesar de que en “Tú eres el siguiente” (You’re Next, 2011) haya buen material y un punto de vista bastante interesante. Tomando como base el cine de invasiones domésticas y apostando por una iconografía deudora del cine de género de los 80, con máscaras y villanos parcos en palabras, el realizador ha sido capaz de conseguir una de esas películas que serán disfrutadas por los fans pero también por los que sólo ven algo de género cuando se lo ponen delante y sin poder elegir demasiado.

El truco no es tanto contentar a todo el mundo como buscar el equilibrio. En “Tú eres el siguiente” está claro que el terror, o más bien la intriga y el sostener la tensión en ciertos momentos, es capaz de complementarse con la comedia –negra- de forma adecuada. Tenemos a personajes actuando como clichés, tan carismáticos como puedan serlo sus modelos, que no es poco, y una carnicería en formato slasher esperando ser disfrutada por el espectador. Si bien por momentos se pasa de estridente (hay un personaje sencillamente detestable) y cae en el mismo error que muchas películas autoconscientes (convertirse en lo que están deconstruyendo, aquí a través de su personaje principal), sería injusto decir que “Tú eres el siguiente” no es una película por encima de la media, que se disfruta mientras dura y propone un entrenamiento más que estimable. No es ‘esa gran película’ que quizá se estaba esperando, pero hacer (bien) cosas como “Cabin in the Woods”, “Detention” o “Tucker & Dale vs. Evil” no es tan fácil como parece.