Mientras que Resident Evil ha encontrado un mundo paralelo a los videojuegos a través del cine con la -por ahora- pentalogía protagonizada por Milla Jovovich, desde Capcom han intentado crear un microcosmos unificando criterios en una rama animada de producciones directas a DVD/BluRay tras el experimento que supuso en los 90 "Resident Evil 4D Executioner". La primera de éstas fue Resident Evil: Degeneración, lanzada en 2008, una pelicula CGI producida por Digital Frontier en colaboración con la compañía japonesa y que llegó con la esperanza de recuperar el feeling de la saga de videojuegos, abandonando el estilo de las producciones de imagen real. Lo único que se consiguió con aquel trabajo era demostrar que técnicamente podía alcanzarse un buen nivel con un presupuesto ajustado porque temáticamente la película se tomaba demasiadas licencias como para poder considerarse un filme fiel. Es más: si atendemos al origen de la saga de juegos (la serie B de George A. Romero) esta Degeneración era 'engaño' pues estaba pensada como superproducción, ubicando la narración dentro de un gran aeropuerto con innumerables escenarios y decorados.

No puedo hablar mucho más de aquella porque apenas la recuerdo cumplidora, un pasaratos sin ningún tipo de fuerza más allá de su visionado. En "Resident Evil: La maldición" la sensación es la misma: es un producto de consumo rápido que tiene un inicio interesante, metiéndose de lleno en temas sociales para acabar derivando en un batiburrillo de acción con cada vez menos sentido. Volviendo al personaje de Leon S. Kennedy, y recuperando a otras caras conocidas de la saga de juegos como Ada Wong, en "La maldición" nos vamos de viaje a Europa del Este para intentar que un nuevo vírus acabe por ser liberado en todo el mundo. Cualquier análisis serio de la película cae en saco roto y es que ni siquiera invita a ello, siendo una secuencia de vídeo alargadísima -hora y cuarenta- en la que se echa el rato, entreteniendo mientras dura, y poco más. Y es que si bien el cine es un arte, aqui encontramos la cara mercantilista de éste: no hay ninguna ambición real más allá de la explotación comercial de la marca. Si te gusta Resident Evil -la saga de juegos- y quieres echar el rato, póntela. De lo contrario, como cine de zombis es mediocre y como película de acción tiene poco destacable. Se ve, y se olvida. En otros cuatro años, cuando salga su secuela, apenas recordaré dos detalles y que alguna vez, existió. No es ninguna pena; está hecha para tal efecto.