Probablemente el director coreano más notable de la actual generación en relación calidad-cantidad, junto a Park Chan-wook y Hong Sang-so, Bong Joon-ho puede presumir de haber dirigido uno de los mejores thrillers de la década, la sobria "Memories un Murder", una revisitación de los códigos del cine negro adaptados a la sociedad y las ideas coreanas, así como la original y controvertida "The Host", una vuelta de tuerca a las "moster movies" que aprovechaba para incluir en la historia, además, crítica social, personajes perfectamente dibujados y, además, mucho sentido del humor.

Con "Mother", Bong Joon-ho muestra su lado más sobrio, contando la historia de una madre que hará todo lo posible para que su hijo retrasado, presúntamente condenado por un delito de asesinato que no ha cometido, consiga quedar libre de tales acusaciones. El realizador coreado recoge la semilla de "Memories of Murder" y abre el film con una escena radical, única, en la que una mujer se acerca a la pantalla bailando entre un campo, para dar así inicio a una sucesión de escenas notablemente seleccionadas. Mezclando drama, thriller y alguna pincelada de comedia negra, esta macedonia de géneros coge lo mejor de cada uno para ir, poco a modo, desgranándolos y amoldándolos a propósito de la historia y no a la inversa.

El juego con los géneros no es el único valor de la obra de Joon-ho, apostando además por presentar trucos narrativos y mostrar varios puntos de vista para darle más profundidad a la historia. La moralidad, el bien y el mal, quedan atrapados bajo una capa de maldad y oscuridad, consiguiendo que la obra sea dura, lúcida y además creíble. Se le perdonan a Joon-ho algunoas aspectos a medio desarrollar. Con su cuarta película, el director surcoreano vuelve a donde mejor le ha ido, eso si, sin llegar nunca a la enfermiza precisión de su brillante "Memories of Murder".