La serie con formato antológico no es ninguna novedad, lleva décadas practicándose en la televisión y existen ejemplos para todos los gustos. Sin embargo, he de admitir que cuando me puse a ver "Inside No. 9" no me esperaba en absoluto algo así. Y eso que en Reino Unido ya se habían hecho cosas extraordinarias, como "Black Mirror" de Charlie Brooker. Imagino que la sorpresa viene por el origen, la BBC en lugar de Channel 4, que es mucho más abierta para este formato. Reece Shearsmith y Steve Pemberton, creadores de The League of Gentlemen y Psychoville, abordan su nueva producción (que pese a unos índices de audiencia bajos, tendrá segunda temporada) enlazando seis episodios de gran calidad a través del número nueve. Cada uno de ellos cuenta una historia diferente y está protagonizado por personajes originales, incluso cambian de género y de estilo, estando todos dirigidos por el mismo realizador: David Kerr. ¿Qué tienen en común?: que todos son tremendos.

- "Sardines". El primer episodio e indudablemente el menos bueno de todos. Los miembros de una familia y amigos de ésta se reúnen en una casa de campo para jugar a una alteración del escondite, consistente en que se van buscando entre ellos y al encontrarse deben juntarse todos en el mismo lugar, en esta ocasión un armario. Muy divertido porque usa sólo un escenario para liberar las miserias de cada uno de los personajes. Y su final es notable, para enmarcar. Nota: 6/10.

- "A Quiet Night In". Segundo episodio y -por seguir con los extremos- el mejor. Es tan buen como la comedia más ingeniosa de Buster Keaton, tan ácido como un sketch de los Monty Python y tiene un lado turbio que lo acerca las producciones de Channel 4 más salvajes, como "Black Mirror" o "Utopia". Sin apenas diálogos y el uso de música pop como catalizador, es una pieza deliciosa que cuenta con gags tremendos y un guiño meta-referencial en forma de la aparición de Oona Chaplin como uno de los personajes principales. Impecable. Nota: 8/10.

- "Tom & Gerri". Tercer capítulo, una revisitación de "Cuento de Navidad" en la que el particular Scrooge se topa con un mendigo y pese a su reticencia, decide dejarle entrar en su casa. Minuto a minuto la cosa se vuelve más turbia, convirtiéndose en un mindfuck con final sorpresa, mala hostia y una brillante ejecución de ideas que sobre el papel podrían sonar locas. Nota: 7/10

- "Last Gasp". El que más se parece a "Black Mirror" de todo el pack no sólo en su negrísimo humor, sino en su propia concepción de lo material y la forma de abordar algo no directamente relacionado con lo tecnológico pero sí con la bajeza del ser humano. El punto de partida propone la visita de una megaestrella a visitar a una niña enferma terminal, todo esto por supuesto por medio de un programa al estilo "Sorpresa, sorpresa". Pero la estrella, inflando un globo para la niña, muere de forma fulminante. ¿Qué hacen los presentes? Confían en que el globo, que contiene su aliento, pueda venderse en Internet y con ello forrarse. Tiene el final más predecible del pack, y quizá es el más naif en ese punto, pero vale mucho la pena. Nota: 7/10.

- "The Understudy". Quinto episodio, ahora centrándose en la figura de dos actores de teatro que trabajan sobre textos de Shakespeare. El primero, de éxito, el otro, en el banquillo de reserva y esperando su gran oportunidad. Dividido en cinco actos, hay comedia turbia, un toque sobrenatural -que anticipa lo que está por venir- y una interpretación principal por parte de Steve Pemberton que es abrumadora. Nota: 7/10.

- "The Harrowing". Lamentablemente, el último de todos, aunque se despide por la puerta grande con una mezcla entre "House of the Devil" de Ti West y "Dark Shadows" de Tim Burton, si ésta hubiera sido buena. Una muchacha es contratada por una extraña familia para cuidar de su hermano, postrado en una cama. Pero no puede subir a verle. Atmósfera opresiva, una caracterización tremenda y una medición de los tiempos idónea conforman la oferta de un capítulo que incluso pude poner en tensión cuando se lo propone. Un muy buen broche, en definitiva. Nota: 7/10.

En global, la primera temporada de "Inside No. 9" es muy notable. Ofrece episodios de todo tipo, varios registros, interpretaciones perfectas por parte de los actores principales y sobre todo, un acercamiento al humor con la imaginación y la mala hostia como motores principales. Sé que llego tarde y que el dúo Shearsmith/Pemberton no es nuevo, pero me engancho de aquí en adelante a cualquier cosa que quieran hacer. ¿Mi recomendación? Ved esta serie si tenéis treinta minutos libres, que es lo que dura cada uno de sus episodios. Yo me la he ventilado en una tarde... así de buena es.