Interesante película independiente que trata la temática del vampirismo desde un punto de vista intimista y cercano en lugar de tirar por el lado fantástico. Hermanada a obras como "Martin" de George A. Romero y con un punto a lo "Bad Ronald" de Buzz Kulik, cuenta la historia de Jacob, un joven que tiene una rara enfermedad que podría indicar que se trata de un vampiro. La comida no le llena, la luz del sol le es letal (pues quema su piel).. así que trabaja como guarda nocturno de seguridad, lo que le llevará paralelamente a conocer a una joven (interpretada con gran naturalidad por Maya Parish) con la que entabla una extraña relación.

Scott Leberecht dirige y escribe "Midnight Son" y lo hace partiendo de dos puntos clave: 1) el terror no da miedo, pero puede inquietar. 2) el vampirismo en la actualidad ha derivado hacia una vertiente romántica o completamente fantasiosa; y con estos temas, a veces la realidad es más interesante. Apoyándose en dichos pilares construye una historia sencilla, que reitera algunas situaciones sin que moleste porque cuando hace las cosas bien, no hay queja posible. En algún momento cae en el subrayado innecesario (como sucede en una escena similar a la del primer encuentro entre Deacon/Blade en la película "Blade") pero por lo general es un trabajo estimulante que en su último tercio es capaz de azotar al espectador y darle aquello que estaba esperando durante el resto de la proyección. Terror intimista en el que el elemento genérico es tratado desde la contención y en el que ser un señor de la noche no es una bendición, sino una enfermedad. Un buen debut, imperfecto pero valioso.