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Voto de paki:
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Drama
En un pueblo minero del norte de Inglaterra, Frank Machin triunfa como estrella de rugby en el equipo local. De carácter violento y arrogante, disfruta de la gloria y de la fama. Sin embargo, la relación con su casera, una joven viuda, le descubre una nueva forma de ser y de ver las cosas... Aclamado drama del pionero del Free Cinema inglés. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2010
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Frank Machin no es un ingenuo ni un salvaje, es un patán. Cómo voy a escribir sobre mi impresión subjetiva y personal, no voy a repasar en ningún diccionario de autoridades el significado de la palabra. Para mí, está muy clara: es una persona grosera, egoísta, sin educación, sensibilidad ni empatía algunas. Va a conseguir sus objetivos y no hay razonamiento, ni sentido común, ni lógica, ni reflexión que sea capaz de hacerse, porque eso implicaría el uso de un músculo que tiene hiperatrofiado: el cerebro. El patán primero actúa y luego piensa; lo inmediato en él es el golpe, el insulto, el desprecio y la patada (tal vez esa sea la etimología de la palabra). Luego se arrepiente, pero también en eso es un patán recalcitrante, y sus disculpas siguen la misma lógica del "me-cago-en-tó" que le quitan toda credibilidad al gesto. Es un "sostenella y no enmendalla" en la cerrazón y la brutalidad del argumento exclusivo de la fuerza, del egoísmo o de la mala educación.
"Esto es lo que yo quiero y lo que necesito, y lo que quiero lo tengo, porque soy el más fuerte, el macho más macho del pueblo y el mejor jugador del equipo al que todos admiran y respetan..." Lo malo empieza cuando ese argumento se utiliza ante una hembra curtida por todas las inclemencias de la vida, de vuelta de todos los sufrimientos posibles, frágil en apariencia pero forjada por las peores experiencias. Y, entonces, se cuadra delante de él y le describe en diez crudas palabras: "Eres un gran mono corriendo por un campo de rugby". Es la verdad, lo que pasa es que Frank es un patán y quiere ser la estrella del campo, donde tiene que competir con otros machos y romper los dientes antes de que se los rompan a él, ser el amante único en el pensamiento de una mujer que tiene las botas de su difunto marido en el centro de la cocina, el padre de unos hijos que no son suyos y el hombre que no va a llevar la vida miserable, solitaria, ardua y feroz que adivina en cada uno de los miles de espectadores de los partidos de cada domingo. Él está salvado mientras esté en el otro lado: en el de los que juegan y son admirados; en el sitio de los que tienen dinero y se codean con la gente importante, en el lugar de jefe de familia de una compañera sumisa. Pero...
"Esto es lo que yo quiero y lo que necesito, y lo que quiero lo tengo, porque soy el más fuerte, el macho más macho del pueblo y el mejor jugador del equipo al que todos admiran y respetan..." Lo malo empieza cuando ese argumento se utiliza ante una hembra curtida por todas las inclemencias de la vida, de vuelta de todos los sufrimientos posibles, frágil en apariencia pero forjada por las peores experiencias. Y, entonces, se cuadra delante de él y le describe en diez crudas palabras: "Eres un gran mono corriendo por un campo de rugby". Es la verdad, lo que pasa es que Frank es un patán y quiere ser la estrella del campo, donde tiene que competir con otros machos y romper los dientes antes de que se los rompan a él, ser el amante único en el pensamiento de una mujer que tiene las botas de su difunto marido en el centro de la cocina, el padre de unos hijos que no son suyos y el hombre que no va a llevar la vida miserable, solitaria, ardua y feroz que adivina en cada uno de los miles de espectadores de los partidos de cada domingo. Él está salvado mientras esté en el otro lado: en el de los que juegan y son admirados; en el sitio de los que tienen dinero y se codean con la gente importante, en el lugar de jefe de familia de una compañera sumisa. Pero...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Frank sabe que todo eso es difícil (imposible) de conseguir, o mantener, con la exclusiva ayuda de su fuerza bruta. Y tiene miedo, pánico. Un patán asustado es un peligro. Brama, ruge, da trompadas y arremete contra lo que no comprende ni controla, que es, ni más ni menos, que su vida. Y él no sabe. Hace falta algo más que ser el más fuerte de la manada para luchar por vivir, no solo sobrevivir. Aprender a renunciar, a comprender, a respetar, a sacrificarse, a amar. Aprender a pasar el balón para que otro marque el tanto; aprender a escuchar y a consolar; a renunciar para conseguir y a perder para ganar. Pero eso son sutilidades que no están al alcance de los patanes, especialmente porque (y esta es la peor característica de la "patanería") se regodean en serlo.
Richard Harris es Frank, maravilloso "hombre caballo", que está genial como hombre apisonadora; perfecto salvaje desconcertado; increíble ingenuo enamorado y obsesionado empeñado en conseguir que la mujer que quiere le deteste. Ella es una mujer rara, bella, cálida, fría, amarga y dulce. Y muy triste, aunque podría dejar de serlo. Pero resulta un enigma indescifrable para un patán.
Las imágenes son expresionistas y llenas de símbolos. Y traducen perfectamente una ciudad durísima y los ambientes de mugre, desolación y pobreza de los que Frank lucha por salir. No creo que lo consiga, él es muy fuerte y muy grande pero el barrizal donde está metido también, y hay que ser muy inteligente para salir de allí sin perder algo más que los dientes. Hay que ser muy sutil. Y Frank… no creo que lo consiga, muchacho…
Richard Harris es Frank, maravilloso "hombre caballo", que está genial como hombre apisonadora; perfecto salvaje desconcertado; increíble ingenuo enamorado y obsesionado empeñado en conseguir que la mujer que quiere le deteste. Ella es una mujer rara, bella, cálida, fría, amarga y dulce. Y muy triste, aunque podría dejar de serlo. Pero resulta un enigma indescifrable para un patán.
Las imágenes son expresionistas y llenas de símbolos. Y traducen perfectamente una ciudad durísima y los ambientes de mugre, desolación y pobreza de los que Frank lucha por salir. No creo que lo consiga, él es muy fuerte y muy grande pero el barrizal donde está metido también, y hay que ser muy inteligente para salir de allí sin perder algo más que los dientes. Hay que ser muy sutil. Y Frank… no creo que lo consiga, muchacho…