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España España · Madrid
Voto de paki:
10
Drama Brooklyn, verano de 1987. Algunas personas que frecuentan el estanco de Auggie Wren (Harvey Keitel) le confían sus problemas. La rocambolesca historia de cómo consiguió su cámara fotográfica y de por qué se decidió a elaborar su singular colección de fotografías le dará por fin un argumento a Paul Benjamin (William Hurt), un prestigioso novelista que atraviesa una crisis. Por su parte, Paul ayudará a Rashid (Harold Perrineaud Jr.), un ... [+]
15 de noviembre de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde ya me pongo esta película entre mis favoritas y el estanco de Auggie en uno de esos lugares mágicos que me gustaría tener al lado de casa, siempre abiertos, con un amigo filósofo de guardia para escuchar lo que necesitas, o contar lo que te preocupa, darte el consejo que te hace falta, el mejor cigarrito del día, la confidencia de última hora y la sonrisa, la reflexión y la compañía perfectas.

Así es el estanco de Auggie. Fumar es una excusa, lo importante es abrir la tienda, incluso cuando ya esté todo cerrado, como si fueras millonario en tiempo y lo mejor que pudieras hacer es charlar con un amigo. Auggie lo hace, porque es de una pasta especial. Desde luego no es solo el tipo que está detrás de un mostrador, sino una persona inteligente que observa, piensa y vive de una forma especial. Auggie es un regalo como amigo. Y todo el mundo se da cuenta. No importa que no haya podido estudiar, que no sea un intelectual o un escritor, sino solamente el dueño del estanco de la esquina, porque en realidad es un genio que ha descubierto, en su pequeño rincón del mundo, la verdadera dimensión del tiempo y el espacio, y todos los días lo fotografía para verificarlo. Y parece que ha encontrado el secreto de la felicidad porque no tiene nada y disfruta de todo. Es un tío legal y cojonudo, y todo el mundo lo sabe.

Y también su vecino Paul, un escritor que ha perdido la inspiración pero que lo ha encontrado a él, y con eso consigue recuperarlo todo, porque Auggie, detrás del mostrador de su estanco, en una pequeña esquina del mundo se lo enseña. Y le cuenta el mejor cuento que nunca ha oído, como si tal cosa. Y hasta adoptan juntos a un chico perdido hasta que, también él, se reencuentra con lo que siempre estuvo buscando. Lo que no consiga Auggie no lo consigue nadie. Por eso me apunto esta película y el estanco de esa esquina como ese lugar que siempre deberías encontrar abierto…
paki
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